Probablemente muchos desconocerían a Lady Gaga si la vieran a cara lavada y al natural, sin las pelucas, el brillo, los disfraces y colores que suelen rodear sus actuaciones musicales. Pues en esta película, que el próximo jueves 11 de octubre se estrena en Chile, la cantante deja en claro que, tras esa estela glamorosa, también se esconde una excelente actriz.
Al menos así quedó demostrado en la presentación de la cinta “Nace una Estrella” («A Star is Born») en los Festivales de Cine de Venecia y San Sebastián, donde la producción fue recepcionada con mucho éxito.
Protagonizada además por Bradley Cooper, quien también debuta en la dirección, toma como bandera este remake, cuya primera versión se realizó en los años cincuenta a cargo de George Cukor, quien dirigió a Judy Garland como la cantante en ascenso y a James Manson como un cineasta decadente. Luego y a finales de los ’70, Frank Pierson gira la historia a partir de dos músicos enamorados, pero con carreras desiguales, protagonizadas por Barbra Streisand y Kris Kristofferson.
Justamente, de ese hilo se cuelga Cooper para desarrollar esta narración, donde se asigna el rol de Jackson Maine, una estrella de rock aún vigente gracias a las drogas y el alcohol, quien encuentra en Ally (Lady Gaga) una brisa fresca para volver a respirar.
Emocionada, Angelina Germanotta –el verdadero nombre de la cantante- confesó al diario ABC en Toronto que “era una chica sencilla de Nueva York que desde la infancia soñaba con ser actriz” y que hoy, gracias a Cooper, debuta como protagonista. “Me he encontrado a cientos de personas a lo largo de mi carrera que no creían en mí, pero solo he necesitado a una para hacer mi sueño realidad: Bradley Cooper”. Y quien sabe si este sueño la lleve a alcanzar su primera nominación al Oscar.