Con dos flojos extremos comenzó la tercera temporada del docurreality de TVN, que conducido por Leo Caprile, exhibió el caso de Fabián Olivares (41 años) y Wladimir Carrión (23 años), quienes vivían de lo que ganaba esforzadamente un recordado periodista deportivo que hoy ya tiene más de 70 años: Max Walter Kautz.
«La Vega» promedió un rating online de 9,0 puntos entre las 22:31 hrs. y las 23:56 horas, mientras que Canal 13 se quedó con 8,5. Chilevisión marcó 15,8 unidades y Mega 22,6. Además estos flojos generaron indignación en Twitter, por lo que el hashtag #LaVegaTVN se convirtió en tendencia nacional.
En la casa del profesional de las comunicaciones viven su esposa Lidia, su hija Carolina y su nieta María Ignacia, recién salida del colegio. El problema es que estas dos últimas llevaron a vivir a sus parejas a la casa de Kautz, ellos son Fabián y Wladimir, unos flojos sin ningún tipo de remordimiento por ver cómo trabajan el periodista y su señora, quienes además hacen todo lo posible por hacer rendir el poco dinero que juntan.
Estos flojos extremos se llevan como el perro y el gato, generando una constante tensión dentro de esta casa. Si trabajaran, ayudarían a mejorar la situación familiar, pero ninguno se levanta antes de las 14 horas y además se regodean con el tipo de trabajo que pudieran hacer. Tampoco ayudan en las labores domésticas. Se han transformado en una gran carga para este matrimonio de tercera edad, razón por la que llegaron a “La Vega”.
En el popular centro de comercio de la capital ambos participantes se enfrentaron a la dura realidad del sacrificado trabajo del lugar, ganándose los retos de sus jefes, especialmente Fabián, quien no aceptaba cambiar de actitud en el programa. Esto generó tensión con Wladimir, desencadenándose varios problemas entre los dos, roces que fueron abordados implacablemente por el administrador del lugar: Manuel “Carne Amarga” Caro.
Gracias a los consejos del padrino Arturo Guerrero ambos flojos lograron momentáneamente una tregua trabajando sin dar problemas, situación que llevó a los protagonistas a compartir un momento de relajo en un bar. Pero Fabián no se pudo levantar temprano al otro día, hecho que provocó un quiebre irreversible entre ambos.
Finalmente, estos flojos fueron encarados en la ceremonia de evaluación, comprometiéndose a buscar trabajo en el plazo de un mes. Sin embargo, Leo Caprile comprobó en persona que ninguno de los dos cumplió al terminar el tiempo pactado, por lo que no ganaron el bono en dinero que estaba reservado para ellos si habían dejaban la flojera en el pasado.