La comunidad que se especializa en hacer streaming por YouTube quedó conmovida por el fallecimiento, debido a un maldito cáncer cerebral, de Tomás Blanch, el niño chileno de 11 años que, con su canal en la plataforma de videos Tommiii 11, logró cumplir el sueño de ser un youtuber famoso. Nada más conocido su deceso el lunes 30 de agosto, importantes personajes de este mundo virtual, incluyendo algunos nombres potentes como Auronplay, Rubius, Dross, Germán Garmendia y Luisito Comunica, manifestaron su pena y sus condolencias.
El 19 de marzo de 2021 se publicó el primer video de su canal. Sus historias, que contaron con la complicidad y el apoyo de sus padres y familiares cercanos, se centran en las aventuras de un niño deliciosamente inocente, que enfrentaba con una entereza admirable el doloroso calvario que le tocó vivir producto de una grave enfermedad que le aquejaba. Lleno de chispa e imaginación, el pequeño estaba “jugando” a ser youtuber de la misma manera en que muchos jugábamos a ser locutores de radio, animadores de TV, actores o cantantes en nuestra infancia.
Al poco andar, sus videos se hicieron virales, fueron conocidos por grandes nombres del mundo online que se conmovieron con su historia y decidieron apoyarlo para que cumpliera su sueño de ser un youtuber famoso. Este vendaval de apoyo le permitió ganar, con el apoyo incluso de sus competidores, dos premios al mejor youtuber: el “Copihue de Oro” del Diario La Cuarta y el “Giga Awards” de WOM, este último tres días antes de su muerte.
Hace algunos años escribí en Fotech.cl una serie de artículos con reseñas de destacados youtubers, quizás algo extemporánea para el sitio. Para muchos como yo, YouTube ha sido una verdadera ventana al mundo, y la solución ideal ante la pobre oferta de los medios tradicionales. Sus videos nos sirven para divertirnos, aprender cosas nuevas, informarnos con fuentes alternativas a las que difícilmente tendríamos acceso de otra forma e incluso como material de estudio y de trabajo. Por cierto que hay ”Fake News”, información basura y personajes detestables, pero se ve también mucha gente buena, talentosa y noble. La manera en que el mundo youtuber se unió para bancar el sueño de Tomás, para que alcanzara rápidamente los botones de plata (cien mil suscriptores) y oro (1 millón de suscriptores) y ganara el “Copihue de Oro” y el “Giga Awards”, revela lo que puede lograr una comunidad de gente talentosa cuando deja los egos y la competencia cruenta de lado y ocupa su influencia en buenas causas.
Otra prueba de esa bondad que se puede dar entre los usuarios de la plataforma, fue que después de su la muerte de Tommiii 11, la comunidad youtuber tuvo un último gesto con él y su hermosa familia, que fue lograr que alcanzara los 10 milllones de suscriptores que le permitieran hacerse acreedor en forma póstuma del “botón de diamante”, el máximo galardón de You Tube, reservado para los youtubers más influyentes del planeta como Pew Dee Pie, Germán Garmendia o Dross. Algo que finalmente se logró.
La verdad es que antes del vendaval mediático que desató su muerte, habían personas que apenas lo habían oído nombrar. Sin embargo, a medida que me enteraba de los detalles de su historia, fue difícil no sucumbir a la emoción. Muchos nos vimos reflejados en él. Muchos fuimos Tommiii 11 en nuestra niñez, aunque (por suerte) sin un maldito cáncer y con fotos, cintas de cassette o algún video familiar como evidencias de nuestros juegos infantiles.
Su historia es, a la vez, triste y hermosa. Más allá de lo dolorosa de su partida, tuvo la suerte de irse bien arropado por el cariño de su familia y el apoyo de sus “colegas” youtubers que los bancaron hasta el final. ¡¡Qué lindo que pudo cumplir sus sueños!! ¡¡Qué bueno poder recordarlo a través de sus videos!!
Mis máximos respetos a su bella familia. Tomás Blanch, aka Tommiii 11: descansa en paz. Gracias por tu inocencia, ingenio y entereza. Que en el cielo encuentres descanso para tu alma y mucha “Leche Papu” para saborear. Te lo mereces de sobra.