Durante las últimas horas, Vicente Sabatini reapareció públicamente para dar una entrevista donde además de explicar las razones por las que se encuentra alejado de la dirección de teleseries actualmente, recordó cómo fueron sus últimos años trabajando en TVN y se refirió específicamente al caso de la controversial salida de María Eugenia Rencoret en 2013.
En conversación con The Clinic, el reconocido director de la llamada «era dorada de las teleseries» admitió que «personalmente me duele TVN porque siempre sentí que tendría que haber sido un líder en una industria dominada por capitales privados».
Sabatini reconoció que vivió su salida del canal nacional «con algo de dolor, pero entendiendo que era un ciclo que se había cumplido. Y con ganas, la necesidad de salir. El duelo lo hice de a poquito, pero sentí que tenía que salir».
«Después el canal cometió la atrocidad de cerrar el área dramática, inexplicablemente y por pequeñeces y cuestiones de poder de ciertas personas que no podían aceptar que una persona talentosísima y mujer además como Quena Rencoret tuviera el poder que tenía. Fue un gallito de poder, la trataron mal y ella también se fue. Canal de todos», se refirió al caso específico de su ex colega.
El realizador audiovisual reveló que por falta de tiempo «nunca vi teleseries, solo cuando era chico las veía. Veía ‘Muchacha italiana viene a casarse’, que la daban como a la hora de almuerzo. Vi también la ‘Sucupira’ brasileña la primera vez que la dio Canal 13, en 1986, y la dictadura la censuró cuando se dio cuenta de la barbaridad que estaban dando. Se llamaba ‘O-Bem Amado’ y al protagonista, que en nuestra versión era el alcalde de Sucupira, Federico Valdivieso, le decían ‘Coronel’. Era un señor que no era militar pero tenía el título; un dictador que hacía y deshacía, y que al mismo tiempo era un claro ejemplo de cómo la oligarquía terrateniente de esos tiempos ejercía el poder a su conveniencia. Ese panorama se daba en Canal 13 en los últimos años de la dictadura, hasta que alguien se dio cuenta, empezaron a tener problemas y la sacaron del aire sin decirle nada a nadie».
En esa línea, confesó que la exitosa producción de 1996 tiene una significancia especial para él. «Y tuvo además una pequeña vertiente adicional, y es que ‘Sucupira’ fue un homenaje a mi padre, que era un asiduo espectador de ‘O-Bem Amado’. Le encantaba y yo fui años más tarde a Brasil a comprar los derechos del texto. Él no alcanzó a ver ‘Sucupira'».
«Echo de menos entrañablemente aquellos proyectos maravillosos por los cuales nos movimos y movimos a muchos. Todo el mundo los echa de menos, creo yo. Eso es bueno y es por algo también», sentenció el director de emblemáticas teleseries como «La Fiera», «Romané» o «Pampa Ilusión».