Constanza Azúa, o popularmente conocida como Conny Azúa, conversó con Fotech.cl sobre su rol en el estelar «Aquí Se Baila» como coach de figuras como Tati Fernández, Nicole Moreno, Lisandra Silva, Kurt Carerra, además de Geraldine Muñoz y Juan Francisco Matamala. En esta conversación abordó sus próximas metas, repasó su desempeño en el programa de TVN y se refirió a su fugaz carrera como cantante.
Háblame de tu nuevo status, porque tú no habías sido coreógrafa en televisión…
En tele no, pero era una de mis metas. Uno de mis mayores sueños, después de haber cumplido varios personales que tienen que ver con mi academia que ya lleva cinco años, es ser coreógrafa de Viña y estoy trabajando para eso. Esa es mi meta de ahora, más cercana, porque siento que las he cumplido todas en términos profesionales. Como bailarina hice mucho: bailé con Wisin y Yandel en el Festival de Viña, bailé con Wisin en Estados Unidos, con otros reggaetoneros. Fui coreógrafa de un artista nacional hace mucho tiempo, pero de tele no. Pero yo sabía que tuve las herramientas, porque como estuve en “Rojo” antiguo, sé más o menos lo que quiere ver la señora en la casa, mezclado con la modernidad que me dan las clases de reggaetón y relacionarme con adolescentes, entonces podemos hacer una fusión. Pero esta es mi primera experiencia porque me tocó con gente que baila mucho y con gente que no bailaba nada antes que ahora, que ya bailan.
Te tocan personajes populares con la audiencia actual…
Tenemos a la Tati Fernández, 19 años, tiktoker, influencer. Ella tiene muchas habilidades que podemos explotar ahora, mucha cercanía con la juventud. Tenemos a Lisandra también, que es otro público, y también a la Luli que es un público un poco más grande.
Ha sido súper bonito, ya he estado en otros programas de baile
Te estás consagrando como la coach de los influencers.
Sí, la coach de los influencers. Si lo pensamos, sí, así es. Y me gusta poder relacionarme con distintas celebridades. Desde personas que imponen más su gusto y los que dejan que les pueda enseñar cosas más libremente.
En tu carrera tu partiste muy chica en «Rojo»…
Yo tenía 15 años cuando entré a «Rojo». Súper chica, también había bailado toda mi vida antes, pero la televisión te da un cambio, de salir de las cuatro paredes de tu sala a tener que enganchar no tan solo contigo mismo frente a un espejo, sino que ante una pantalla, una cámara para llegar a muchas casas y a muchos corazones también. Eso es súper bonito, poder contar historias a través del movimiento, del cuerpo, de las ideas de tu cabeza traspasadas a otros cuerpos.
Ahora, estás tratando de estar detrás de cámara, trabajando para que otros se luzcan con tus creaciones. ¿Te gusta eso?
Me gusta. Desde que di la primera clase a los 19 años yo dije ‘esto es lo que quiero hacer’.
Ya no quieres ser tú la que compite…
Tendría que pensarlo muy bien, pero en verdad no. Me gusta que lo que pase por mi cabeza se traspase a otros cuerpos y también tengo las herramientas para no estar solo detrás, sino que también ser visible a través de otros. No es que pase piola, soy también súper cercana a la gente y eso es bonito también, y traspasa eso también. Si alguien sabe que es la Cony haciendo las coreos, yo sé que me van a reconocer, la gente se va a acordar de mí porque también he hecho una carrera en redes sociales, estoy trabajando con marcas que también reconocen mi trabajo post “Rojo”, post televisión, que ha sido súper arduo, que me mantiene ahora y me dio la oportunidad de estar acá también.
Además tenías una faceta como cantante, ¿cómo va eso?
No, lo deje. Lo tomé, lo viví y lo dejé. Saqué una canción que está en Spotify, pero en verdad era para sentir que soy capaz de muchas cosas más, no solo de moverme (…) Sentirme capaz también a través de la voz, de la creación de la letra de una canción, pero lo mío es el baile por donde lo mire. Fue una linda experiencia.
¿Cuál de tus pupilos te ha sorprendido más?
Todos tienen su gracia, pero… Te podría decir algo lindo de cada uno. De Kurt la perseverancia, de tratar de buscar de qué forma poder cautivar al público, esa búsqueda y las alegrías que nos da.