No ha sido fácil para Gonzalo Valenzuela sobrellevar la paternidad a distancia. De hecho, hace seis meses que no ve presencialmente a los tres hijos que tuvo con Juana Viale y que hoy viven en Argentina. A ello se suma la imposibilidad de viajar por causa del coronavirus y menos aún, cuando además tiene que velar por la salud de su pequeña hija Anka, nacida hace ya nueve meses fruto de la relación con la actriz María Gracia Omegna.
“En esta cuarentena son muchas las emociones, sensaciones, muchas preocupaciones, ha sido complicada, bien complicada…”, contó el actor de 42 años, en conversación con el espacio “Siempre Mamá”, que María Luisa Godoy transmite en vivo a través de Instagram.
“No los veo desde febrero (a sus hijos Ringo, Alí y Silvestre), cuando pasaron el verano conmigo. Y cuando tenían que regresar, empezó la cuarentena”, explicó Valenzuela.
A partir de esa fecha, sólo ha establecido con ellos contactos telefónicos diarios, pero que aun así no es suficiente para sus niños. “Ellos están ansiosos de que se abran los vuelos y que pueda ir a verlos. Pero paciencia. No queda otra. Dentro de todo, está todo bien, pero es triste”, confidenció el actor.
Aunque, si es por felicidad, una parte de ella la tiene a la mano: su hija Anka.
“Y por qué se llama Anka”, le pregunta la animadora. “Porque es el nombre que elegimos”, le responde el intérprete. “Pero viene de algún lado… ¿Qué significa Anka?”, le consulta Godoy. “Es por Paul Anka…”, responde Valenzuela. “Ahh, por Paul Anka”. “Noooo!!”, le dice riéndose el actor.
Entonces le explica que, en quechua, Anka significa ‘águila andina’. “Fue descubierto gracias a Dora, la Exploradora. Con mis hijos la fuimos a ver al cine, y ahí Dora explica quién es Anka…”, dejando en evidencia que fueron sus propios hermanos quienes aportaron el nombre de la pequeña.
Pero otro lindo hecho los convenció aún más de la elección. “La madre (María Gracia) y yo tenemos tatuado un águila por coincidencia. Y nació este pajarito”.