Emma Watson es probablemente una de las actrices cinematográficas más populares y queridas por el público, sobre todo por los fans de la saga “Harry Potter”, un cariño al que ayuda su activismo humanitario, que la ha transformado en embajadora de buena voluntad de la ONU.
Pero hay quienes la acusan de no corresponder a ese cariño, siendo calificada de poco accesible debido a su aversión a sacarse fotos junto a sus admiradores, al contrario de muchos famosos que acceden fácilmente a hacerse una selfie con sus seguidores.
En una reciente entrevista publicada por la revista Vanity Fair, la actriz -que acaba de cumplir 31 años- expuso la razón de esa actitud, señalando que se debe a la necesidad de mantener su privacidad.
“Para mí, es la diferencia de tener la posibilidad de tener una vida y no. Si alguien me toma una foto y la publica, en dos segundos han creado un mapa del lugar exacto en el que me encuentro en un radio de 10 metros. Pueden ver qué estoy usando y con quién ando. Simplemente no puedo entregar ese tipo de información”, argumentó en la publicación.
La explicación puede ser discutible, pero lo cierto es que Emma Watson ha tenido que convivir con la presión de ser un personaje público desde los 11 años, algo que no es sencillo. De hecho, su compañero en “Harry Potter”, Daniel Radcliffe, confesó que estuvo un tiempo refugiado en el alcohol para poder lidiar con las consecuencias de la fama y la alta exposición.
En el caso de Watson, además de evitar las fotos con fans, apenas usa las redes sociales. Es más, desde 2020 no realiza publicaciones en Twitter ni en Instagram.