Este viernes por la mañana, el público del matinal «Buenos Días a Todos» de TVN fue sorprendido con un inicio poco convencional, debido a que la animadora María Luisa Godoy no se encontraba junto a Eduardo Fuentes, si no que junto a otro comunicador.
Fue el periodista Simón Oliveros quien este viernes apareció junto a la conductora del «matinal de Chile», ocupando provisoriamente el puesto del animador oficial.
A pocos minutos de haber iniciado el programa, Godoy pidió un minuto para que «aprovechemos de enviarle un saludo a Eduardo Fuentes, que está malito. Yo creo que el virus que me dio a mi, lo contagié, tengo esa teoría».
En tono lúdico y de broma, Oliveros señaló para explicar el malestar de su compañero, que «Eduardo como es hijo único, es debilucho, está acostumbrado a que lo vayan abrigando en el camino, no es un hijo del rigor ni del frío».
Fotech.cl se comunicó directamente con Fuentes para conocer mayores detalles de su ausencia. «No es nada grave, al parecer es un virus intestinal. Pasé mala noche, no dormí nada, por eso no fui a trabajar», reconoció.
«Pero ya mañana estaré okey», afirmó para tranquilizar al público, para luego agregar que «hidratando con sales y descansando, se pasa».
Mensajes nocturnos
Si bien María Luisa Godoy confirmó que Eduardo Fuentes no está con fiebre, la conductora de «Buenos Días a Todos» desclasificó detalles de un chat que tiene junto a su compañero y a Pablo «Pablete» Alvarado, director ejecutivo del matinal de TVN.
Según lo que contó, el comunicador escribió por dicho grupo a eso de las tres de la mañana. «No he dormido, me siento mal, tercianas y dolor estomacal. Me siento pésimo», leyó textual su mensaje.
«Ánimo, debe ser el virus que yo tenía», comentó Godoy en su respuesta, adjudicándose la culpa por posiblemente haber contagiado a su colega.
Sin embargo, y a modo de broma, la mujer se mostró arrepentida de haber cargado con la responsabilidad por el supuesto contagio de Fuentes. «De repente entro a Instagram, porque ya estaba desvelada, y me encuentro con Eduardo en Casablanca, en la noche. Viñas, tres de la mañana, enfermo… Dejé de sentirme culpable», sentenció entre risas.