La versión número 51 de los Grammy, realizada en el Staples Center de Los Angeles, coronó ayer domingo a Robert Plant y Alison Krauss con cinco galardones, entre los que se encuentran álbum del año por “Raising Sand”, grabación del año por el track “Please Read The Letter”, mejor colaboración pop por “Rich Woman”, mejor colaboración country por “Killing The Blues”, y mejor álbum contemporáneo/folk por “Raising Sand”. Una noche redonda para uno de los álbumes con las mejores críticas del 2008.
Otros ganadores de la jornada fueron los británicos Coldplay, quienes se llevaron el Grammy a mejor álbum rock por “Viva la Vida or Death and All His Friends”, y dos premios por el single “Viva la Vida”: Canción del año y mejor interpretación por dúo o grupo.
Por su parte, Lil Wayne, quien llevaba la delantera con ocho nominaciones, terminó la noche con cuatro premios Grammy: Mejor álbum de rap por “The Carter III”, mejor interpretación rap solista por “A Milli”, mejor canción rap por “Lollipop”, y mejor interpretación por dúo o grupo rap por “Swagga Like Us”.
No fue una noche de sorpresas pero sí de emociones. Se esperaba lo de Plant y Krauss, y también el premio que obtuvo Adele como mejor artista nueva. Otros ganadores fueron Duffy con “Rockferry” como mejor álbum pop; el single “Sex on fire” de Kings of Lion por mejor interpretación rock por dúo o grupo; y Radiohead por mejor álbum de música alternativa con “In Rainbows”.
En el show, se destacó el parafernálico comienzo de U2 y su nuevo single “Get On Your Boots”; el dream team del rap en el escenario con T.I., Kanye West, Lil Wayne, y Jay-Z acompañados por M.I.A.; la corta pero notoria aparición de Whitney Houston presentando el premio a mejor álbum R&B; y la intensa «I Saw You Standing There» que repasó Paul McCartney acompañado en la batería por el vocalista de Foo Fighters, Dave Grohl. También se lucieron Justin Timberlake y Al Green, interpretando el clásico «Lets Stay Together». Una noche discreta, que si bien tuvo a artistas de la talla de Radiohead en el escenario, sigue sin generar el impacto de audiencia de otros espectáculos del estilo. Un toque MTV, un chasconeo quizás, no le vendría mal a una ceremonia que gusta pero no enloquece.