La actriz y actual guía espiritual es la primera invitada del nuevo programa de REC TV, donde hará un repaso de lo que fue su carrera en televisión.
Dentro de las declaraciones que veremos este viernes a las 21:00 horas en «REC Play», a las que Fotech.cl tuvo acceso exclusivo, Jael Unger se referirá al éxito que significó «La Madrastra», un ícono que «no ha pasado de moda» y que aún es recordada.
De hecho, la intérprete aseguró que «para mí fue una sorpresa muy grande» ser la protagonista de la producción.
Viajes al extranjero y a otros lugares del país fueron necesarios para el rodaje de la teleserie, cuyo desarrollo se mostró en uno de los archivos de prensa, donde aparece el elenco en el pueblo de Pomaire.
El proceso de crear al personaje principal, Marcia, requirió de toda la creatividad de Unger, quien además de aportar con ideas sobre el carácter que debía tener, ayudó con darle una personalidad física al personaje. Una de las características que llamó la atención de sus seguidoras fue su peinado, el que se puso de moda rápidamente.
A pesar de que en un principio no se posicionó como la producción más vista, luego de un tiempo se convirtió en la teleserie ochentera más aclamada. Reflejo de eso fue el concurso que se hizo en el diario La Tercera donde los televidentes apostaron quién era el asesino o asesina de Patricia, un secreto que se guardó cuidadosamente ante notario.
Pero Jael Unger también se dio el tiempo de elegir cuál o cuáles fue la teleserie en la que más le gustó participar: “María José”, “La madrastra”, “Loca piel” y «Aquelarre».
Uno de los recuerdos que llamó más la atención de la actriz en “REC Play”, y que se podrá ver este viernes, fue cuando le mostraron su show de vedette en “César y Raquel presentan” (1982).
Junto a un gran cuerpo de baile, Unger se presentó con mucho desplante y carisma, cantando y realizando una coreografía que se robó los aplausos de todo el público. A pesar del cariño de sus admiradores, la artista señaló que ella era muy insegura y que nunca sentía que lo estaba haciendo suficientemente bien: “Yo era muy exigente conmigo misma y no podía ver las escenas de teleseries luego de grabarlas”.
A pesar del éxito, las luces y la fama, la vida de Unger tuvo una transformación importante cuando decidió dejar la televisión y embarcarse en una nueva aventura para convertirse en guía espiritual.
La necesidad de encontrar algo que la llenara, de sanarse y aportar al mundo, la llevaron por el camino del sistema Isha, donde hoy día se reconoce con el nombre de “Ishani”, cuyo significado es “la perfecta encarnación de la conciencia crística en el aspecto femenino”.