La búsqueda de la eterna juventud y de una vida saludable suele llevar a la práctica de todo tipo de dietas, estilos de vida y rutinas de ejercicios. La creatividad en ese sentido es tan grande, que a estas alturas cuesta sorprenderse con alguna nueva fórmula mágica en tal sentido. Y, no obstante, todavía es posible hacerlo.
Lo demuestra Victoria Beckham, que lleva décadas aplicando un régimen alimenticio tan sencillo, poco elaborado y fácil de aplicar… incluso aburrido, que en realidad no tiene nada de sorprendente.
Su marido, David Beckham, fue quien reveló el secreto mejor guardado de la antigua integrante de las Spice Girls y actual diseñadora de modas de 47 años: jamás cambiar o agregar algún ingrediente a su plato fuerte.
“Desafortunadamente, estoy casado con alguien que ha comido lo mismo durante los últimos 25 años. Desde que la conocí solo come pescado a la parrilla y verduras al vapor, rara vez se desvía de eso”, confesó el exfutbolista al podcast River Cafe Table 4.
La “Posh Spice” es tan disciplinada cuando se trata de su alimentación, que a lo largo de sus años como pareja sólo hubo un momento en el que cambió su dieta: cuando esperaba a su hija Harper Beckham.
En esa ocasión David -quien se declara todo un foodie- quiso celebrar el acontecimiento compartiendo con su esposa la experiencia de probar un nuevo platillo. Así fue como lo contó él mismo al podcast antes citado:
“La única vez que probablemente comió algo que le compartí de mi plato es cuando estaba embarazada de Harper, y fue la cosa más increíble. No puedo recordar qué fue, pero sé que no lo ha comido desde entonces”, relató.
Para el británico este es todo un tema, ya que como un apasionado de la gastronomía, cuando está degustando algo increíble quiere que todos los demás lo prueben. Sin embargo, por mas que ha intentado lograr que su pareja cambie su dieta, Victoria no ha cedido un ápice.
Claramente, mientras para la mayoría comer lo mismo durante sólo una semana puede resultar muy experiencia muy tediosa, Victoria Beckham puede jactarse de romper todos los récord al “disfrutar” una misma preparación a lo largo de tres décadas.