Este sábado 11 de mayo se celebró un nuevo Día Nacional del Teatro, en honor al natalicio de Andrés Pérez Araya, actor, dramaturgo y director teatral chileno, responsable de «La Negra Ester», el mayor hito del teatro chileno del último medio siglo.
En el año 2006 el Senado de Chile declaró el 11 de mayo como el Día Nacional del Teatro, en honor a la destacada carrera de Pérez, la cual se destacó en patentar una colorida estética de marcada influencia popular, rescatando estereotipos de personajes marginales bajo un enfoque festivo.
Bajo este contexto, Fotech.cl conversó con María Izquierdo, actriz que trabajó junto al director en «La Negra Ester», cuando formó parte de la compañía Teatro Callejero en 1987.
«Trabajar con él era desafiante»
Esta semana se celebró un nuevo Día Nacional del Teatro, por el natalicio de Andrés Pérez. ¿Cuál es la herencia que dejó en el teatro chileno?
«Andrés era un soñador que amaba contar historias. Un chileno que soñaba con un país más justo. Un país capaz de soñar. Un país confiado y generoso. Y todo eso lo plasmaba en su día a día tanto en el trabajo como en cada una de sus relaciones. La gran herencia para mí es su ausencia insoportable».
Andrés fue muy experimental; trabajo en teatro callejero, era bailarín, luego siguió con el teatro de personajes. Al estar inmersa en su mundo, ¿qué fue lo que lo definió como director?
«Trabajar con él era desafiante. Estaba todo abierto para arrojarse sin paracaídas a la exploración, a la improvisación, al horizonte precioso de la «evidencia». El cuerpo y la voz al servicio de la imaginación en un presente sin cálculos, abría espacios escénicos extraordinarios que él iba atesorando. Nunca olvidaba, ni desechaba las perlitas que aparecían en los ensayos. Las guardaba en su visión privilegiada y las recuperaba cuando había que ir seleccionando. Así, nos sentíamos tan profundamente involucradas, en tan buenas manos, que lanzarse a jugar era totalmente gozoso. Esa metodología de trabajo lo definía».
¿Qué elementos o discursos de Andrés le faltan al teatro chileno de hoy?
«Más que la escasez, prefiero señalar aquello que para mí lo representa y lo honra. Y me refiero a las compañías estables que hacen teatro popular. Que van al encuentro del público, a las plazas, que recorren el país con su alegría contagiosa. Para Andrés, el teatro era un rito festivo que hacía del territorio un altar florido. Ésas flores hacían llorar y reír con su aroma a humanidad».