Este ha sido un gran año para María José Quintanilla. Después de varios años de bajo perfil mediático, ha destacado como parte de la patrulla juvenil del matinal “Mucho Gusto” y está en conversaciones para retornar al Festival de Viña. De concretarse, sería una gran oportunidad de apreciar su crecimiento y evolución, de ver a la niña que cantaba rancheras en “Rojo” convertida en toda una mujer.
María José fue la primera cantante salida del icónico programa de talentos de TVN que enfrentó al Monstruo como parte del show el año 2004, y su presentación fue considerada una de los mejores de ese año. Incluso recuerdo que Joe Vasconcellos, que fue jurado en esa ocasión, reconoció en una entrevista posterior que no tenía mayores expectativas respecto de ella, y que le terminó sacando lágrimas. Después de ella, solamente otros dos integrantes del programa de talentos de TVN han presentado su show en Viña: Mario Guerrero el 2007, y el portentoso show de Mon Laferte de la edición pasada.
Han pasado casi 20 años desde que esta simpática chiquilla apareció con su repertorio de clásicos de la música ranchera. María José ahora está convertida en una mujer perturbadoramente bella, que mantiene intactos el carisma y simpatía que mostró en sus trabajos televisivos en “Acoso Textual” y “Rojito”, y que musicalmente ha evolucionado a un repertorio más adulto dentro de su eterna línea de canciones populares.
María José parece estar frente a una gran encrucijada, donde va a tener que elegir entre dos opciones de futuro igualmente legítimas. La primera es desarrollar una carrera sin sobresaltos en música y televisión en Chile para estar cerca de sus afectos, como lo hicieron Lucho Jara, Buddy Richard, Zalo Reyes, Los Tres o José Alfredo Fuentes, que en algún momento intentaron proyectarse internacionalmente pero que por diversos motivos (nostalgia, echar de menos a su gente, no se le dieron las cosas como esperaban, etc) optaron por echar raíces en su Patria. María José Quintanilla podría tener un gran pasar artístico y televisivo en Chile sin necesidad de desarrollar todo su potencial. Es parte del matinal del canal más visto de Chile, y cuenta con un carrete televisivo importante para su edad. Además, es simpática, agradable y carismática, por lo que podría perfectamente transformarse en gran figura a nivel nacional.
La segunda opción es arriesgarse a emigrar a México o Estados Unidos para intentar triunfar a lo grande a nivel internacional, como lo hicieron La Ley, Los Angeles Negros y Myriam Hernández, como lo está haciendo Mon Laferte, y como pretende hacerlo Américo. María José tiene todo el potencial para jugar con propiedad en las ligas mayores de la industria de la música al igual que Mon. Hace tres años fue a probar suerte a México, a la mismísima tierra de las rancheras, y fue apadrinada nada menos que por Juan Gabriel, lo que resulta equivalente a irse a Liverpool y ser apadrinado por Paul McCartney. El fallecido “Divo de Juárez” la recibió, le traspasó parte de su experiencia, la invitó a cantar con él y hasta le regaló canciones de su autoría.
Creo que María José tiene capacidades de sobra para tener una gran carrera más allá de nuestras fronteras. En todo caso, la decisión final es de ella, que conoce mejor que nadie sus prioridades de vida, y que hasta ahora se ha manejado bastante bien.