En agosto de 2021, la vida de Christina Applegate sufrió un vuelco dramático. La actriz que saltó a la fama como Kelly Bundy en la clásica sitcom “Matrimonio con hijos” (que en la versión chilena se llamó “Casado con hijos”) se encontraba rodando la tercera temporada de la serie “Dead to Me” cuando se enteró que padece esclerosis múltiple.
En ese momento decidió alejarse de los plató para concentrarse en combatir esta enfermedad neurológica autoinmune que daña al sistema nervioso central.
“Necesitaba procesar la pérdida de mi vida, la pérdida de esa parte de mí. Así que necesitaba ese tiempo”, declaró la comediante al New York Times donde se refirió a su vuelta a la normalidad tras el duro diagnóstico y el comienzo de un tratamiento destinado a que lleve una vida lo más normal posible.
Cinco meses duró la pausa, y aunque desde la producción le dieron la opción de no seguir con el rodaje, Applegate se sintió con la fortaleza suficiente para volver a trabajar. Como resultado de su regreso a las grabaciones, se logró completar la que será la última temporada de “Dead to Me”, no sin antes modificar los libretos adaptando, e incluso eliminando, tomas en las cuales ella tenía que caminar.
El estreno de esta tercera temporada en Netflix -el próximo 17 de noviembre- será la primera aparición de quien brillara en películas como “El reportero: la leyenda de Ron Burgundy” desde que se conoció su delicado estado de salud.
“Es la primera vez que alguien me va a ver tal y como estoy. Engordé 18 kilos y no puedo caminar sin bastón. Quiero que la gente sepa que soy muy consciente de todo eso”, se sinceró.
I have a very important ceremony coming up. This will be my first time out since diagnosed with MS. Walking sticks are now part of my new normal. Thank you @neowalksticks for these beauties. Stay tuned to see which ones make the cut for a week of stuff. pic.twitter.com/O543p1G4vS
— christina applegate (@1capplegate) October 27, 2022
Consultada sobre su actitud frente a esta nueva realidad, Applegate contestó que está aprendiendo a vivir de nuevo, lo que no significa que se haya resignado a las consecuencias invalidantes de carácter permanente de la esclerosis múltiple.
“¿Aceptarlo? No. Nunca voy a aceptarlo”, aseguró tajante.
Esta no es la primera vez que la actriz se enfrenta a una enfermedad catastrófica. En 2008 fue diagnosticada de cáncer de mama, que logró superar satisfactoriamente y, para evitar una recaída, se sometió a una doble mastectomía.