La semana pasada se informaba que Madonna se había visto obligada a cancelar sus próximos conciertos en Boston, Estados Unidos, debido a problemas de salud crónicos. Tras unos días se precisó que se trata de una rebelde lesión en una rodilla que está obligando a la cantante a someterse a un exigente proceso de rehabilitación a fin de acelerar lo máximo posible su regreso a los escenarios.
Ha sido la misma “Reina del Pop” quien ha ido revelando los tediosos baños de hielo que la ayudan a quitarse los «múltiples dolores» que sufre. Pero también está recurriendo a algo menos tradicional: un curioso procedimiento de auto-hemoterapia recomendado por el osteópata Jean Michel Ete.
El tratamiento consiste en extraer parte de la sangre de la intérprete, enriquecerla con ozono y reintroducirla en el sistema para que Madonna, a sus 61 años, pueda disfrutar inmediatamente de sus numerosas propiedades. En una grabación compartida por la artista en sus redes sociales se puede observar, además, que durante la sesión también hay una mujer que emite un monótono y relajante sonido por medio de un cuenco tibetano, lo que facilitaría un proceso de meditación terapéutica.
«Enriquecer la sangre, vitaminas por gotero, cuencos tibetanos, canto y meditación… ¡Una se siente fenomenal cuando termina!», escribió la diva, quien lo único que desea es retomar cuanto antes su gira “Madame X”.