En medio de la conversación sobre la “Ley Gabriela” -una iniciativa que impulsa el actor Daniel Alcaíno y su familia tras el asesinato de su tía y prima–, que busca proteger a las mujeres que sufren violencia en el pololeo- Carolina de Moras sintió que debía dar su propio testimonio de vida. «Me da lata haberme expuesto a esto, haber perdido años lindos de mi vida…», relató la animadora en “La Mañana” de CHV.
Dice que se culpó mucho rato y le costó años asumirlo y más, contarlo. «Me sentí tonta, estúpida; me sentía hueona de haberme hecho esto, de haberlo aceptado y no haberlo parado», confesó.
La historia que relata la ex modelo surgió cuando aún ejercía de maniquí y estaba en una relación con un hombre que la manipulaba, le controlaba los horarios, debía prepararle comida en horarios poco habituales o encontraba asqueroso lo que ella le cocinaba, que le hizo perder oportunidades laborales, y además la criticaba constantemente por su aspecto físico. También la amenazó en reiteradas oportunidades. “¡Voy a encargarme que te quedís sin pega; voy a encargarme que nadie más te quiera!”, le decía.
Ya nos salía con sus amigas y cada vez más fue sometiéndose a la voluntad de aquella pareja. «Es una transición que no te das cuenta. La mujer cuando se enamora se entrega y piensas que mientras más das y matas tu tiempo y tus libertades, mejor estás amando” explicó.
De Moras, con la voz temblorosa, reflexiona: “le das tu vida, tu espacio, tu existencia, tu aire; es muy difícil para las mujeres que viven esto porque (al final) vives para él”, detalló. “En ese momento no sabía lo que se debía aguantar y lo que no”, narraba ante la mirada y silencio de sus compañeros de panel. “Toma años darte cuenta que tu príncipe es realidad es tu verdugo”.