Recientemente, en «Tal Cual», programa de TV+ que Raquel Argandoña y José Miguel Viñuela conducen, la cantante chilena hizo un profundo descargo por los internautas que se burlan de la diferencia de edad que tiene con su marido.
Resultó ser que Marlen Olivari perdió la paciencia por las bromas que recibe de su pareja, Luciano Marocchino. En el espacio de la estación privada, la showoman comentó que publicó un video con su enamorado en redes sociales, pero no recibió los comentarios que esperaba.
Específicamente, en un reel publicado en Instagram en el que se le ve a ella y Marocchino trotar junto a un positivo mensaje. “Hoy fue una linda mañana, 8:00 am salimos a trotar junto a Luciano, pero también se disfruta el camino, el barrio y sobre todo comprar a la vuelta de nuestro deporte, un lindo y fresco baguette”, indicó.
Fue en ese contexto que la publicación se llenó de mensajes como «eres buena hija», «qué bueno que animes a tu tata a salir contigo», entre otros que hacían alusión a que su esposo tiene una avanzada edad en comparación a ella.
En ese sentido, Olivari explicó a Viñuela que tomó cartas en el asunto y que la persona que le ayuda a administrar sus redes sociales, las programó para que, si publican ciertas palabras, se bloqueen automáticamente.
“Había ciertos comentarios que alcancé a leer, antes de que se bloquearan, ‘sacaste a pasear al abuelito’, ‘oye que está viejito tu papá’, cosas así, yo los encuentro una falta de respeto, no sé, la educación de la gente”, sostuvo.
La crítica de Marlen
En esa línea, Olivari aprovechó la instancia para enviar un directo mensaje a quienes se rieron. “Ojalá todos los abuelitos estuvieran como Luciano, está estupendo”, opinó y fue más allá, afirmando que son esas mismas las personas que luego quieren educación de calidad. «Y resulta que andan a patadas con el 3 y el 4, ni siquiera se la pueden con la educación que existe», dijo.
Al respecto, Viñuela y Argandoña respaldaron a la ex «Morandé con Compañía». La «Quintrala» manifestó que en esas ocasiones dan ganas de contestar, pero “uno no puede picarse”. A pesar de eso, Olivari sostuvo que ella sí contestaba hasta que notó que perdía mucho tiempo y era mejor omitir.