Para Benjamín Vicuña las últimas semanas han sido muy duros en el plano emocional. Primero fue la ola de rumores acerca del quiebre de su relación con Eli Sulichin, tema que atrajo la atención justo cuando dejó en pausa sus obligaciones laborales en Argentina y se vino a Chile debido a la delicada situación de salud de su papá, Juan Pablo Vicuña, quien finalmente falleció el pasado 6 de septiembre.
Como si no fuese bastante, sólo un par de días más tarde se conmemoró el décimo aniversario de la muerte de Blanca, la hija mayor que el actor tuvo con Carolina “Pampita” Ardohain.
Y, sin ir más lejos, la modelo y conductora trasandina se convirtió en uno de los grandes apoyos de Benjamín Vicuña a lo largo de estas jornadas tan complejas. Incluso, viajó a Santiago para contener a su expareja durante el funeral de quien fue su suegro por varios años.
De hecho, cuando el actor regresó a Buenos Aires para retomar sus actividades, los medios trasandinos se acercaron a preguntarle si valoraba el hecho de que Pampita lo hubiese acompañado. Sus palabras fueron significativas: “Claro que sí, estuvo. Somos familia”.
Una frase que retrata la actual relación entre ambos, una en la que su escandalosa separación parece ser ya una cosa totalmente del pasado.