Reconocido por sus creaciones que tocan el amor, la mujer y temas sociales, entre otros tópicos, con líricas que intentan ser poéticas pero a menudo son calificadas de pretenciosas, Ricardo Arjona, como sea, es uno de los cantautores más reconocidos de Latinoamérica y una persona, además, celosa de cómo se maneja su patrimonio artístico y, al parecer, también el monetario.
Así lo está demostrando en México, donde se encuentra enfrascado en una ácida disputa judicial nada más ni nada menos que con Toyota, a la que acusa de haber alterado uno de sus temas más conocidos, “Jesús Verbo no Sustantivo”, durante una iniciativa promocional que la gigante automotriz impulsó para aumentar las ventas de sus vehículos.
Todo comenzó a finales de 2014, cuando la compañía japonesa lanzó en el país azteca su campaña de marketing Toyotathon, utilizando una versión con cambios de la canción del guatemalteco como base musical. El hecho desató la furia de Arjona, que demandó a Toyota por daño moral, reclamando indemnización por alterar el tema consistente en el 40% de los ingresos obtenidos entre noviembre y diciembre del citado año por Toyota Motor Sales México, a partir de las ventas de siete modelos de automóviles.
La causa judicial lleva tiempo tramitándose en tribunales, pero recién trasciende. De hecho, el pasado 16 de diciembre un juez absolvió a Toyota de las imputaciones hechas por Arjona al considerar que no hay pruebas de que el consorcio japonés fue el que directamente decidió el uso de la canción, debido a que la campaña “Toyotathon” fue contratada por un gremio que agrupa a distintos distribuidores de vehículos. Sin embargo, los abogados del cantautor apelaron esta sentencia y ahora están pendientes de al menos dos instancias de revisión.
Como se ve, con Arjona hay que conducirse con cuidado.