El amor la estaba esperando en otro lado del planeta y está feliz con ese regalo para su corazón que encontró en Los Angeles, Estados Unidos.
Hace dos años que Kika Silva está viviendo en esa ciudad, lugar al que partió como una aventura y luego se transformó en algo más permanente cuando la pandemia la pilló en ese lado del continente y sin vuelos disponibles para regresar a Chile. Pero al parecer todo ha sido ganancia. Tal como lo confesó hace unos meses a la Revisa Velvet, en L.A. volvió a sentirse como una mujer más, pudo reencontrase y crecer como persona, pero también disfrutar de su soltería, tras terminar su relación con el deportista Benjamín Israel, con quien estuvo años emparejada. “Benjamín fue muy importante, me costó mucho superar ese quiebre porque él es muy buena persona y hoy somos grandes amigos”, relató la ex animadora al mismo medio.
Sin embargo, hace poco tiempo esa condición cambió cuando, en una salida con amigos, conoció a quien hoy acompaña sus días. “Fue en un lugar que lo paso muy bien. Algo que tiene que ver con la disco y la noche. Lo conocí en un strip club. Yo estaba ahí y él andaba de fiesta”, reveló la modelo de 29 años a José Miguel Viñuela, invitada a su programa “Desde mi cocina con la Nené», que transmite por Instagram acompañado de su nana, la Nené.
Desde ese encuentro -que la influencer agradece que su actual pareja la haya conocido «en mi peor versión, eso es lo que importa. Así que de ahí para arriba”-, su vida ha estado plena de felicidad. «Mi corazón hace mucho tiempo que no estaba ocupado, pero parece que ahora está volviendo”, comentó la presentadora.
A la consulta de si estaba pololeando, Silva explicó que no se da esa dinámica en Estados Unidos. “Acá no se pide pololeo y no he preguntado en qué estamos, pero no necesito esa conversación, como que estoy súper bien, tranquila, contenta, feliz”, reconoció.
De su relación con este “gringo con lo que todo es un gran aprendizaje porque todo es muy distinto”, detalló que ha sido un gran desafío para ella porque existe un choque cultural e idiomático.
“Es otro idioma y no soy experta, estoy aprendiendo. Son varias cosas muy buenas que lo hacen desafiante. Distinto, pero interesante”, remarcó decidida quien fuera también reina del Festival de Viña del Mar.