La noche de este jueves, Canal 13 emitió el tercer capítulo de «El Purgatorio«. En la ocasión, estuvo Kenita Larraín, quien reveló a Ignacio Gutiérrez las verdaderas razones del quiebre con Iván Zamorano.
Comenzando el programa, Larraín aprovechó la instancia para contestarle a Daniella Campos, quien en el capítulo pasado del espacio apuntó a una infidelidad de ella como la causa de su comentado quiebre con Iván Zamorano. “Yo confío en que Daniella tiene recursos y luz propia para buscar algo que le guste y la haga feliz, y no estar recurriendo a descalificar al resto. Ella dice cosas que faltan a la verdad y que no tiene cómo saber porque nunca fue cercana a la pareja”, dijo sobre los dichos de Campos.
Según explicó Kenita, la cancelación del matrimonio fue algo más complejo. “No hubo infidelidad de ninguno de los dos. Estábamos mal de antes. Cuando se acercaba la fecha fueron momentos complejos. Terminamos muchas veces y volvíamos porque había mucha presión”, sostuvo, agregando que todo explotó una semana antes de la fecha pactada.
El quiebre definitivo
Kenita Larraín explicó con detalles cómo se produjo el quiebre definitivo de su relación con Iván Zamorano: “Peleamos ese sábado, una semana antes, y los dos decidimos terminar. Ese día él se fue de mi casa y quedó de suspender el matrimonio. Yo tenía mucho miedo, y al día siguiente tomé un avión y me fui a España con la relación terminada”, contó, aceptando la invitación de su ex novio Carlos Moyá.
La influencer aclaró que el futbolista quedó de cancelar el vínculo, pero no lo hizo. “Iván incluso hizo su despedida de soltero. Entonces mi mamá me llamó y me dijo que tenía que venir a dar la cara, porque aquí nadie había suspendido nada”, aseguró Kenita.
Consultada por Nacho Gutiérrez acerca de los rumores de que hubo violencia de parte de Zamorano hacia ella, Kenita no lo descartó, puntualizando que “Me sentía mal, sentía que no me trataban bien. Quizás me amaba poco, tenía la autoestima muy baja. Permití cosas que no debí haber permitido, y por eso cuando se acabó, se acabó para siempre, mientras que él pensaba que era una pelea más. Yo sentía que no me querían, no me sentía amada”.