Nuevamente el trío británico Keane se presentó en Chile el pasado jueves 05 de marzo en Movistar Arena para brindar un concierto de aquellos, pero antes de referirme al evento, dejo en claro que me es difícil ser objetivo cuando estas en presencia del show de la banda de tu vida, de la banda que te entrega tanto en tres minutos de canción. Es fácil decir “fue el mejor concierto de mi vida, no hay mejor banda que ésta», pero intentaré ser lo más imparcial posible. Dentro de lo que pueda.
Gracias a muchas personas tuve la oportunidad de estar más cerca de ellos, de poder conversar y cruzar palabras con los tres integrantes: Tom Chaplin (vocalista, guitarrista), Tim Rice-Oxley (Pianista) y Richard Hughes (baterista). Ese momento lo esperé durante tres años y debo decir que son las personas más normales que puedan existir. Disponibilidad tenían para sacarse fotos, para que autografiar tu disco, para cruzar unas palabras o simplemente para decir: «Tim, you’re master, thanks for your songs». Con esa simple molestia de parte de ellos, lograron afianzar mi fanatismo hacia esta banda.
Muchos se preguntaron cuando vieron los afiches pegados en las calles ¿un concierto íntimo?, ¿en el Arena Santiago?… Y así fue… Todo partió a las 21:00 Horas. Los seis mil asistentes, y los que agotaron la cancha vip, se ponen de pie para comenzar a vivir uno de los shows mas entrañables que tenga memoria el Arena Santiago. Tom Chaplin se encargó de dar esa cuota de privacidad. Abren el fuego con «The Lovers Are Losing». Tom Chaplin parado en el escenario con una guitarra eléctrica y la ovación todo el público asistente a este show. «Deja Tus Problemas Afuera» fue la frase que abrió la canción «Everybody’s Changing», un himno de la banda que fue coreada por todos los presentes, y «Nothing in my way», single de su segunda placa Under The Iron Sea. Luego de esta seguidilla de hits, es el turno de «Again and Again», un tema que hace recuerdo a la época de los 80’s, con los sintetizadores a cargo del maestro Tim Rice-Oxley, dándole así un punto alto de energía al show.
Pronto vendría uno de los momentos más especiales. Se comienza a escuchar los primeros acordes de «A Bad Dream» y se escucha el grito de las seis mil almas presentes. Le sigue a esto «This is The last Time», otro hit de la banda de Sussex, y «Spiralling», el primer single de su nueva placa Perfect Symmetry. Después de la ovación merecida hasta ese momento del show, se apagan las luces. Un foco apuntando a Tom Chaplin que se para en el extremo izquierdo del escenario, con la chupalla que le regalaron los fans chilenos y una guitarra acústica. El grito no se hace esperar y Tom Chaplin hace reverencia con el obsequio y dice: «Ahora me siento como un verdadero chileno, esta canción es mía y de ustedes». Comienza a tocar en acústico «Playing Along». Luego viene el turno de «Try Again» y «Sunshine» (canción del primer disco que no tocaban desde hace mucho tiempo), completando así el triunvirato de canciones que hicieron de este concierto, el más íntimo al cual he asistido.
Luego de esto, llegarían «You Haven’t Told me Anything» y «Bend and Break», canciones con las cuales Tom Chaplin logra la euforia de todas sus fans mediante movimientos y personificaciones en cada canción. «You Don’t See Me» fue la antesala de la bomba de hits que se aproximaban, siendo ésta, según palabras del propio Tom Chaplin: “la canción más hermosa que han grabado».
Después de este momento romántico, comienzan los temas más conocidos del trío británico. «Perfect Symmetry» fue la primera canción que hizo retumbar al Arena Santiago, demostrando la «Perfecta Simetría» con la interpretación. Le sigue “Somewhere only we know”, que fue coreada por todos los asistentes, y “Crystal ball”, para así salir detrás del escenario dejando a todos los asistentes pidiendo más y más. Llega el momento de las tres últimas canciones del show. Ahora empieza Jesse Quinn con su bajo, comienzan a sonar los primeros acordes de «Under Pressure», cover que lanzaron el 2007 de la mítica banda Queen. Le sigue uno de sus famosos singles «Is it Any Wonder?» en donde la cancha VIP, a pesar que era con asientos numerados, no fue impedimento para que todos comenzáramos a saltar. Y llegó el final del show, Tom Chaplin dando las gracias por la atmosfera que se creó y ese sentimentalismo que sólo él sabe lograr: «Esta canción es para ti, Chile». «Hasta pronto, Santiago» y comienzan los acordes de “Bedshaped” y el grito de los seis mil asistentes que, a esas alturas, estaban en una «Perfecta Simetría».
Con una puesta en escena sobria, un juego de luces íntimo y una pantalla gigante detrás del baterista Richard Hughes, fue como Keane conquistó con sus melódicas canciones y es así, como una banda logra una intimidad en un recinto tan grande para esta banda, como lo es el Arena Santiago. Ahora, el sonido quizás no fue el mejor al principio, Tom Chaplin desafinó cuando cantó «Under Pressure» y aunque no es una banda del gusto de todos, Keane creció desde su primera visita en el 2007, y como su fan, estaré esperando nuevamente que se cumpla la frase que mencionó al comenzar “Bedshaped”: «Hasta pronto, Santiago».