En la vida las cosas muchas veces suelen ser de dulce y agraz. Le pasó ahora a Katy Perry, que hace apenas unos días anunció al mundo la feliz noticia de que está esperando a su primer hijo, para, sólo unas cuantas horas después, informar que decidió posponer su matrimonio con el padre de la criatura, Orlando Bloom.
La razón de la drástica medida no tiene que ver, en todo caso, con una ruptura sentimental con el actor británico. Ocurre, simplemente, que la cantante estadounidense y su pareja prefirieron ser cautelosos y evitar el riesgo de contagio con coronavirus a las 150 personas que estaban invitadas a la ceremonia, que se iba a celebrar en Japón
«Katy estaba realmente emocionada de caminar hacia el altar embarazada», señaló a la revista People una fuente cercana a ambos artistas. «Los dos estaban eufóricos de que todos los detalles de la boda finalmente se unieran, pero están en pausa debido al coronavirus», agregó.
Cabe recordar que la propagación del COVID-19 afecta principalmente a Asia, y que cualquier medida preventiva es necesaria. En este contexto, el embarazo de Perry incrementó la preocupación de la pareja, que se comprometió el 14 de febrero de 2019. Además, esta no es la primera vez que aplazan el enlace, ya lo hicieron en diciembre pasado debido al intenso ritmo de trabajo de la cantante y el actor, de manera que lo más probable es que digan el “sí, quiero”, apenas las condiciones estén dadas.