La cantante tomó la decisión a raíz de las malas críticas que recibió luego de publicar su último disco titulado «Witness».
Tal y como leyeron en el titular, Katy Perry tomó la decisión de retirarse de la música para enfocarse en su salud mental. La intérprete de «Roar» explicó en FootWear News, que el recibimiento que tuvo su trabajo no fue la que ella esperaba, lo que provocó que tuviera que enfrentar una depresión.
“Tuve ataques de depresión, y mi corazón se rompió el año pasado porque puse mucha confianza en la reacción del público, y no respondió como yo esperaba”, relató.
De esta manera, Perry espera poder dedicarse más a su novio, el actor Orlando Bloom, quien se ha convertido en un gran apoyo emocional para ella. «Por alguna razón, atraigo a personas que son verdaderamente reales y que me bajan a tierra cuando ven que estoy un poco loca», dijo.