El matrimonio le ha sentado bien a Justin Bieber. Dice que le ha dado la estabilidad que ha buscado desde niño y revitalizado su vida espiritual. La responsable de esa nueva realidad del cantante es la modelo Hailey Baldwin, con quien se casó privadamente en noviembre del año pasado, y por la que Bieber rompió el celibato que se había autoimpuesto hace un año sólo cuando formalizaron su relación civil.
La pareja, que recientemente posó para la revista Vogue, relató diversos aspectos de su matrimonio y cómo han sido estos meses de convivencia. Justamente, el tema de la abstinencia sexual fue uno de los aspectos abordados en la conversación con el medio, en la que el canadiense de 24 años contó que tenía “un problema con el sexo”, uno de sus vicios que ya no le proporcionaba placer, y abstenerse fue una forma de sentirse más cerca de Dios. Hasta que apareció Baldwin.
En tal sentido, admite que una de las razones por las que adelantó su matrimonio con la modelo y sobrina de Alec Baldwin, fueron sus ganas de tener sexo con su novia aunque, explica, no fue la única. “Cuando la vi en junio pasado, simplemente olvidé cuánto la amaba y cuánto la extrañaba y cuánto impacto positivo tuvo en mi vida… Esto es lo que he estado buscando”, reconoció.
Sobre su ex desenfreno sexual, hoy reconoce que fue un período que puede causar mucho dolor. “A veces las personas tienen relaciones sexuales porque no se sienten suficientemente bien. Porque carecen de autoestima. Las chicas hacen eso y los chicos hacen eso. Quería volver a dedicarme a Dios de esa manera (siendo célibe) porque realmente sentía que era lo mejor para mi alma. Y creo que Dios me bendijo con Hailey. Te recompensa por un buen comportamiento”, reconoce Bieber.
El artista puntualizó que es emocionalmente inestable. “Lucho por encontrar la paz. Siento que me importa mucho y quiero que la gente me quiera. Hailey es muy lógica y estructurada. Siempre quise la seguridad. Cuando era niño mi padre se iba a veces (y su madre sufría frecuentes depresiones). Con el estilo de vida que vivo, todo es muy incierto. Necesito algo que sea seguro”.
Por su parte, la modelo de 22 años contó a la revista que están “construyendo una relación sana” y que son dos jóvenes aprendiendo sobre la marcha. “No me voy a sentar aquí a mentir y decir que es una fantasía mágica”, aclara.