El actor se desliga de las teleseries temporalmente para asumir este reto culinario y que actualmente lo tiene en Colombia con otros diecisiete compañeros. En entrevista con Fotech.cl, Julio Milostich se refirió a lo que significa esta competencia para él y los desafíos que le implicarán.
¿Por qué decidiste entrar a «MasterChef»?
Primero, recibí una invitación que no dudé en contestar porque tiene que ver con lo que más me gusta, que es la cocina, entonces me sentí en mi salsa, así que le voy a poner harto pino.
En lo personal, ¿cómo ves este desafío?
Es un gran desafío, sobre todo porque espero que un porcentaje grande de las personas que están invitadas tenga el mismo cariño, amor y respeto que tengo yo por la cocina, porque también hay colegas, entonces es duro tener que amar y competir a la vez. Ésa es una de las cosas que son desafiantes para mí, tenerlas súper claras, hacerlas sin hacerse heridas, ni nada de eso. Es necesario que siga existiendo el mismo aroma a compañerismo de siempre. Ésa es una cosa que para algunos puede no parecer importante, pero que para mí lo es. También por el mundo que es la cocina, que es un mundo infinitamente por descubrir, nada está todo hecho, nada está todo creado y es una buena instancia, incluso para conocerse y verse las posibilidades de uno mismo.
¿Qué te parece que el programa se realice en Colombia?
Yo vengo diciendo esto, todo el rato, se lo he dicho a la gente que tiene que ver con el canal, la invitación… Hace muchos años que yo, sin conocer Colombia, he dicho que yo el día que la conozca no voy a volver nunca más. Lo he dicho siempre. Ojalá que sea algo feliz, pero es porque me encanta Colombia, tiene que ver con mis gustos y con lo mío, con la música, me encanta la salsa colombiana porque tuve la suerte de participar en un grupo de música vallenata, una vez con unos colombianos. Me encanta la idiosincrasia de los pueblos colombianos, me gusta escuchar como hablan, sobre todo las mujeres que hablan precioso, la forma de hablar en general del pueblo colombiano es una maravilla. Me gusta su comida, no soy un experto, pero amo Colombia, pero me entra por la música, el folclor y su idiosincrasia.
Julio, ¿habías visto el programa?
Lo había visto. Ahora lo estoy viendo capítulo por capítulo. Debo reconocer que antes no le ponía mucha atención a la tele porque está fome, en realidad está bien fome, entonces a veces pagan el pato programas que pueden estar muy buenos, pero uno como que automáticamente le hace el quite a la tele, a no ser que esté yo trabajando en una teleserie y ahí la tienen que ver todos (risas). Ahora he visto parte del estudio y estoy viendo los capítulos completos, en la medida de lo posible.
¿Conoces a los chefs que son parte del jurado?
Voy a tener el placer de conocerlos más profundamente, pero por ahora son figuras que uno ve en la tele y más allá de eso, no lo sé.
Y de lo que has visto en los capítulos, ¿cuál crees tú que va a ser el más difícil de conquistar?
¡Todos! Ninguno en especial, no podría decir este sí o este no, la verdad es que no tengo idea, los tres por igual.
¿Cuáles son tus habilidades para esta competencia?
Tengo puestas todas mis fichas en el amor que le tengo a la cocina, porque creo que es bueno que los participantes vengan preparados por lo menos con eso, que es el cariño y respeto por la cocina, la admiración de todo ese maravilloso mundo. No me manejo para nada universalmente con la cocina, es un mundo infinito, pero voy a aprender. Me siento un privilegiado de estar en «MasterChef», no solamente por las posibilidades de ganar, que las tengo de sobra, que es lo que puro quiero. Ahora, ya me siento super ganador porque quién tiene unos chefs como el jurado que te enseñen de esa manera, es un privilegio, simplemente.
¿Cuál es el plato con el que dices “con este la rompo”?
Mi plato preferido, que no sé si es con el que la rompería, pero si me hacen hacer una cazuela o un plato de porotos con riendas a la pinta mía, todos se van a poner a comer, a no ser que alguien le caiga mal los porotos. De verdad, y esto lo saben los poroteros, que son mis compañeros de la vieja escuela del teatro que nos juntamos hace 16 años a comer porotos. Con todos los viejos estandarte del teatro. Entre ellos está Max Corvalán, que se me fue, y si mi gano el premio, se lo voy a dedicar a él junto a mi familia.
¿Cuál es el ingrediente que no te gustaría cocinar?
Me he preguntando eso… No me gustaría tener que destripar un animal en escena, pero estoy preparado para todo. Eso es lo que me da un poco de cosa, no le tengo asco tampoco.
¿Qué esperas de este grupo de «MasterChef»?
Espero que entendamos, todos, que lo principal acá es pasarlo bien, agradecer el estar invitado, que el espíritu competitivo nos acompañe todo el rato, pero que no sea más poderoso que el poder del cariño y el respeto.