Quién lo diría. El afamado cantante y galán español que en el Festival de Viña del Mar de 1981 dijo que “si tuviera un hijo le pondría Chile”, por estos días está cumpliendo 75 años, aniversario que celebra con una que otra actuación en vivo, ciertos problemas de salud y una demanda de paternidad.
La fecha prácticamente coincide con otra efeméride importante de Julio Iglesias, los 50 años desde su presentación y triunfo representando a España en el Festival de Benidorm, hecho que impulsó su carrera hasta transformarlo en, probablemente, la mayor estrella mundial de la canción hispanoamericana, con más de 80 discos en 14 idiomas, ventas por sobre las 350 millones de unidades y más de 5.000 conciertos en todo el mundo. El año pasado había anunciado que celebraría este aniversario con una gran gira de conciertos en 2018, “sobre todo por España”. Sin embargo, la agenda de Iglesias se está limitando a una breve gira que empezó en Taskent (Uzbekistán) el 10 de septiembre y que, en octubre, lo llevará a Dubái, Israel y Rusia. ¿En su país? Nada de momento.
La razón de esta limitada actividad puede radicar en los fuertes dolores de espalda que hoy, ya en su tercera edad, sufre como consecuencia de un accidente automovilístico que protagonizó de joven y que en aquella época significó alejarlo del fútbol, justo cuando comenzaba a labrarse un camino en el Real Madrid, para luego llevarlo hasta los escenarios. De hecho, en 2015 fue operado y hace un tiempo se difundieron unas imágenes en las que aparecía apoyado en su mujer, Miranda Rijnsburger (52), mientras entraban en una clínica de Miami.
“Cuando nos despertamos los que tenemos más de 30 años, siempre nos duele algo. La ciática ahora solo un poco de vez en cuando si hago ejercicios un poco raros, pero estoy perfecto”, le dijo el artista a la agencia EFE en 2017, añadiendo que “salir al escenario con 70 años es como salir a jugar un partido de fútbol con 50”.
Otro factor que aumenta los comentarios acerca de su estado físico y anímico puede ser la demanda de paternidad presentada en septiembre de 2017 por un español llamado Javier Sánchez, alegando en un juzgado la documentación que probaría su filiación con una coincidencia genética de un 99,99%. Iglesias ha mantenido absoluto mutismo respecto a esto, elevando la actual sensación de inaccesibilidad del cantante de cara a los medios.
“Cuida mucho sus apariciones y me parece muy bien. Hay que dosificarlas para que la gente te eche en falta”, dijo al diario hispano ABC Alfredo Fraile, amigo y ex manager del intérprete. En todo caso, las probabilidades de que Iglesias pueda tener un hijo no reconocido tienen algún sustento: se calcula que el cantante puede haber tenido más de 3.000 amantes a lo largo de su, a estas alturas, extensa vida.