En enero del presente año, Julián Elfenbein regresó a la televisión, tras estar casi tres años alejado de la pantalla chica luego de su polémica salida de TVN, para animar «Pasapalabra» en Chilevisión, programa que comenzó emitiéndose los domingos y que hoy va cuatro días a la semana.
El animar relató a la Revista Sábado algunos pasajes de su vida, como el accidente vehicular que tuve en 1996, donde falleció su pareja, Soledad Ariz. «Veníamos lento, muy cerca de llegar a la casa. Llevábamos dos años con la Sole, pero era el amor de mi vida y estábamos hablando de irnos a vivir juntos a fines de año y de si nos alcanzaban las lucas. Solo recuerdo la imagen de un rayo de luz acercándose, un destello», comenzó relatando.
«Desperté y el auto estaba incrustado en una muralla. Bomberos trataban de sacarnos. Ella se veía igual, bonita, pero con los ojos cerrados. No sangraba. Le dije: ‘Sole, chanchita, tranquila'», continuó.
Julián estuvo internado un mes en el Hospital Salvador, por lo que no pudo asistir al entierro de Soledad, cuestió que lo afectó por mucho tiempo: «Cuando salí de la clínica, fui al cementerio todos los días durante dos años. En ese período estuve medicado, mal a niveles críticos. Logré salir adelante porque le estaba haciendo daño a mi entorno. Estaban preocupados, tenía guardias todo el día».
«Me costó mucho superar la partida de la Sole. Años después conocí a Daniela (su esposa) y empecé a volver a la vida, pero recordando. Fui sacando fotos, mantengo una de la Sole. La Daniela no tiene ningún problema. Sentí culpa de volver a amar, de estar traicionándola. Daniela fue bien paciente. Eaa difícil, porque no terminaste una relación; se interrumpió. Entonces hice un trabajo para entender que la Sole vive dentro de mí y ese trabajo tuve que hacerlo con Daniela.», añadió.
Una frase que lo ha marcado es «Lloré tanto en la vida, que se me secaron las lágrimas», ya que «lloré tanto en la época de la Sole, que se me acabaron las lágrimas», reveló el presentador, incluso comentó que «cuando murió mi papá, no derramé una sola lágrima. No estoy diciendo que sea bueno, solo digo que es una realidad. Traté, pero no pude».
Con respecto al éxito que está teniendo ahora con «Pasapalabra», señala que se lo toma «Muy tranquilamente. Por las mismas experiencias de la vida, también estoy más viejo, no me vuelvo loco con los éxitos ni cuando me echan. Sé que esto va a durar un rato más, como todo».
Para después agregar: «Me está yendo el descueve en ahora, pero sé que en uno o en tres años más no me van a llamar para entrevistarme y la gente no me va a decir ni hola».
Sobre la relación que mantenía con Felipe Camiroaga, desveló: «No soy tan de codearme con la gente de la televisión, soy más hermético (…) Con Felipe fuimos amigos en ‘Pase lo que Pase’, éramos de generaciones distintas, pero teníamos un humor parecido. El me veía como un hermano chico. No éramos amigos en el último tiempo, hablábamos, pero era un amigo de la tele
Elfenbein fue criticado por «su falta de humor» en el último año que estuvo a la cabeza de «Buenos Días A Todos»: «Por duro que parezca lo que voy a decir, cargamos con muchas muertes. Había un trabajo interno en el matinal; no solo animaba, sino que con Karen (Doggenweiler) apoyábamos puertas adentro. No solo fueron cinco integrantes del equipo que fallecen en Juan Fernández, sino que después vino el ‘Tata’ Díaz (editor del programa) y Ricarte Soto (panelista). Todo eso en cuatro años. Era súper fuerte y cuando me reía con Karen, la gente decía ‘se olvidaron de los fallecidos’, manifestó.
Sobre su «dolorosa» salida de TVN señaló que le dijeron que querían que el matinal fuera conducido solo por mujeres y le plantearon que dijeran que su salida se debía a que se «había cansado y que animaría Olmué», pero él se negó.
Tres semanas después, lo llamaron por teléfono para decirle que no le renovarían el contrato: «Eso fue doloroso. Efectivamente, la manera de salir fue ‘chao, chao’, con un llamado. (…) Yo hubiera hecho las cosas distintas, pero sé que fue la decisión de Eugenio García (director de programación de la época). (…) Había una marca que traíamos (junto a Karen), que recordaba a Felipe. Y ellos querían renovarse», desveló.
El periodista se sometió a una intervención en 2004 para que le extirparan el tumor cerebral que se lo descubieron cuando sufrió una caída de dos metros cuando era panelista de «Acoso Textual» de Canal 13.
«Después de todo lo que me ha pasado, era un pelo de la cola. Mi entorno lo pasó muy mal. De todos, yo era el más tranquilo, porque no le tengo miedo a nada. Si era mi hora, era. Llevaba un año de casado y después de la operación tuve que estar un año sin sexo. ‘Soy un cacho para la Daniela’, les decía a todos. Ella dice que justo antes de entrar a pabellón, le dije ‘Cásate, si me pasa algo'», confesó.
En la misma línea, contó que antes de ser intervenido quirúrgicamente viajó a Londres junto a su esposa, Daniela, como «último deseo».
Finalmente, sobre si le tiene miedo a la muerte, señaló: «No. Porque la he visto de cerca, porque me ha tocado de cerca. Quisiera morir viejo por mis hijos, que son mi vida. No estar para ellos me conmueve, que crezcan sin papá. Pero a la muerte no le tengo miedo.