El candidato a alcalde por Ñuñoa llegó este jueves hasta el Teatro Oriente, donde un grupo de actores rindió un homenaje al actor que falleció producto del COVID-19. En conversación con «CHV Noticias Tarde», el también intérprete lanzó una crítica contra la Municipalidad de Providencia por haber convocado a Vidiella, pese a la situación sanitaria del país.
Juan Pablo Sáez se vio muy emocionado durante la despedida que se le realizó a Tomás Vidiella, a quien conoció hace más de 20 años, en los inicios de su carrera. “Son muchas imágenes, son muchos momentos… Yo tengo 30 años de carrera, lo conocí al principio de mi carrera, admirándolo como actor, y tuve la suerte de poder trabajar con él. Fue papá mío en una obra de teatro, hace unos 20 años atrás, y él guió mis primeros pasos para abrir el Teatro San Ginés”, recordó.
“Cuando quise partir el año 98, 99, hace ya bastantes años atrás, lo llamé pensando que me iba a decir ‘cómo me llamai’ y se juntó con migo y su hermana y me aconsejaron, me dieron los tips que sentaron las bases para que a nosotros nos pudiera ir bien. Me compartió los contratos, para poder hacer bien una cosa que era muy compleja para mí que no sabía nada del tema”, agregó.
Fue en medio de esa conversación que Sáez criticó la decisión de la Municipalidad de Providencia de impulsar la obra «Orquesta de Señoritas», donde Tomás Vidiella, participaba, y además por haberlo convocado a él, sin pensar la edad de riesgo que tenía. Por lo mismo, planteó que su muerte pudo evitarse.
“Quiero recordarlo con la alegría que él tenía, él tenía mucho humor negro y ahora estaría aquí haciendo chistes de esto. Pero siento una profunda pena porque creo que se podría haber evitado su muerte”, sostuvo el actor.
En ese sentido, indicó que “nosotros respetamos la indicación del Ministerio de Salud, de no abrir los teatros, de estar cerrados un año entero, que se cumple este 15 de marzo”. Por lo mismo, cree que “fue innecesaria esta producción que se sacó adelante, se convocó a actores y en un momento en que hay rebrotes fuertes. Tomás tiene 83 años, no tendrían que haberlo convocado a trabajar”.
“Él estuvo casi un año guardado en su casa. Claro, la soledad, las ganas de ser útil. Él amaba tanto el teatro que quiso estar. Es labor de un director o un productor de cuidar a la gente, cuidar a los artistas (…) Nosotros fuimos responsables y bajamos todas las obras. Creo que una Municipalidad no tenía que abrir salas. Es mi opinión, muy personal. Nos quedaba Tomás para rato, 15 años más por lo menos”, cerró.