La actriz retorna a las teleseries tras su bullada salida de TVN en medio de la crisis económica y, en esta oportunidad, se adentra en un nuevo y desconocido personaje para la nueva apuesta nocturna «Río Oscuro». En conversación con Fotech.cl conversó respecto a su pasado en el canal estatal y cómo ha significado para ella este cambio que tanto esperó en su carrera.
¿Cómo fue salir de TVN y cómo ves al canal con todo lo que está pasando a raíz de la crisis?
Igual me dio pena que no haya prosperado el proyecto en general de área dramática en una nueva estructura. Le tenía mucha gana, le puse mucho de mí, traté de aportar con algunas ideas, con personas que pensé que podían funcionar como interesantes, pero no se pudo. Partí ahi y tuve que irme del lugar donde partí y de esa manera, igual fome. Pero creo que, al mismo tiempo, nada es tan arbitrario, pero creo que puedo sacar un aprendizaje de esto que es haber estado en este periodo y quizás no haber tenido tanta exposición me permitió aprender y preocuparme de mi trabajo, de crear mi metodología. Siento que fueron unos primeros pasos sin tanta exposición, que es otro tema y que me siento súper poco preparada. Mi primera teleserie fue «Vuelve Temprano» y para mí fue súper difícil de llevar, el tema que la gente te conozco. Haber tenido este periodo de trabajo, sin tanta exposición, me permitió concentrarme full en eso. Y ahora, creo que estoy más preparada. Hay un área que ya está más bajo control y si nos va bien o mal, ya no me es tan importante. La gente la vea o no la vea, voy a seguir haciendo mi trabajo igual y seguir creciendo, desarrollándome. No tengo esa histeria ‘ojalá que nos vaya bien’, pero sí tengo la histeria de que ojalá sea buena. Me pasó en TVN que habían errores de guión y otros, que era desilusionante despertar a las ocho de la mañana a una pega que está así pegada con chicle. Lo único que tengo ganas de que pase para delante es que se vengan proyectos buenos. Y también aprender de ese periodo en el que tuve más estabilidad, pero no era tan dueña de las decisiones que podía tomar porque estaba contratada por un canal que decide en qué proyecto vas a estar. Me gustaría decidir más y esto de que sea por proyecto, lo encuentro positivo, de alguna manera uno puede decir que voy a parar un poco, pero está dentro de mis facultades.
Y estás en más libertad de acción de poder ir a otro canal…
Y de probar personajes distintos y de poder decir que no también. De conocer no solo a los actores, sino que equipos, camarógrafos secos, uno puede decidir más si se están moviendo, no estar tan fijo. Hubo un minuto que estuve contratada sin grabar y estaba súper amargada. Todo el mundo me decía ‘aprovecha’ y yo decía ‘quiero actuar’ y tenía exclusividad, no podía renunciar a mi contrato. Hasta que se presentó la posibilidad de que había que hacerlo porque se abrieron las puertas de TVN, pero sino era fome estar en la casa. Quiero eso cuando tenga 50 años, no ahora.
Ahora llegaste a este nuevo proyecto y que viene con buenos cimientos por el fenómeno de «Pacto de Sangre». Quizás no es el éxito en rating pero sí es mediático, sobre todo en redes sociales…
Me gusta ese lugarcito que tiene el 13 con «Pacto de Sangre», una teleserie que yo empecé a ver sin saber que iba a terminar trabajando acá, y me parece muy interesante lo que estaban haciendo. En un minuto yo me puse a pensar ‘por qué las teleseries siempre tienen que terminar así’ o ‘por qué tienen que tener esta misma manera de contarse’, y me dijeron ‘bueno porque así es la teleserie’. Me dio tanta pena cuando me respondieron eso porque dije que todos los géneros evolucionan: el cine ha evolucionado, el teatro, los documentales, el periodismo, todo. Por qué la teleserie se tiene que tener fijo en el tiempo. Siento que hay una especie de nostalgia por esas teleseries que alguna vez se hicieron y eran la raja, qué ganas de haber trabajo ahí. Ahora es otra cosa, la cosa cambió. Se han abierto las plataformas y me gusta que pase eso, se pueda pensar un poquito más la forma de contar. Me da la sensación de que «Pacto de Sangre» es un género nuevo, como entre la nocturna clásica pero un poco como serie y teleserie, tiene varias mezclas y me gustan los proyectos arriesgados, sobre todo que vengo de estar en TVN que era como hay que tomar un riesgo, una mirada, un punto de vista, decir cosas que sí y cosas que no, agarrar una bandera. Me gusta que siento que aquí es un poco así. No sabemos si esto llegará a ser increíble o un fracaso, pero hay una apuesta. Pero puedo decir que los proyectos que se encaminan bien son de esa clase, estoy expectante.
En «Río Oscuro» serás la hija de Julio Milostich que es un hombre muy oscuro y tienes un amor que te va a generar conflictos con él…
Hay muchos secretos familiares, pero estamos trabajando una cosa súper delicada con Julio, pero muy interesante, como de mucho dolor en el pasado, pero cuando ese dolor se naturaliza en el presente y viene a hacer algo normal. Mi relación con mi papá no es muy buena, con mi mamá -que es la Alejandra Fosalba- tampoco es muy buena, y para mí mi papá, mi mamá, mi todo es mi abuela, la Claudia Di Girólamo que se llama Concepción. Para mí es todo, me derrito por ella, es mi amor, es todo. Ese para mí es mi referente, no este hombre, él es más vinculado a la tierra, al fuego, y mi abuela es como de las ideas, de lo oscuro un poco. Tengo esta dualidad, es un desafío. Adela no es una chica normal, está viviendo en ese lugar, por qué no se ha ido.
Un lugar muy tétrico, porque con lo que nos han mostrado es que todos son algo pero no son nada, en el fondo. Te presentan una cara pero no es la real, muchas cosas ocultas, mucho secreto…
Por eso va a ser súper desafiante trabajar con esa dualidad y que no quede en nada, ¿cachay? Creo que en palabras es más difícil porque uno tiene que tomar una determinación, pero al momento de ejecutar y lo que quiere Cristián Mason es que todas las escenas las vamos a hacer al 100%, no vamos a jugar tanto con la capa. Me parece interesante eso porque el actor no está en la suya, porque te conectas con uno y te tienes que conectar de otra manera con otro. Después de todo es distinto. Da la posibilidad de ver al personaje más tridimensional en sus relaciones, porque uno aparece ante otros en las relaciones, uno aparece como es uno con su mamá, papá y en el trabajo. Lo encuentro un bonito detalle.
Tu personaje, ¿tiene más luz o oscuridad?
Siento que fue criada en una cunita de oscuridad pero ella quiere buscar la luz. La oscuridad está en su sangre, pero ella quiere la luz. Apuesta por ir para allá, se quiere sanar y eso lo quiere lograr a través del amor.
¿Qué has sentido a medida que lees los guiones?
Muchas cosas, siento que hay riesgo y me gusta. Cómo ellos están contando las historias de otras maneras y yo vengo de un lugar donde se trabaja así, creo que estoy tratando de poner la manera en la que yo he trabajado a este guión y como que no me cuaja. Vengo muy con el espíritu de escuchar y ver cómo lo hacen y llevarme por eso. Porque TVN era mucho más estructurado, a la antigua. Aquí hay que conocer primero y de ahí ver dónde meter las patitas. Cada vez que avanza digo ‘mierda, la pega que estoy haciendo’, va a ser harta pega, hay que ser muy riguroso, hay que llevar la continuidad y ser mateo. No está fácil esta teleserie, pero me gustan los desafíos.
¿Cómo te ha tratado el equipo y tus compañeros?
Súper bien. Hay una mezcla de TVN acá igual, hay productores y todo, pero súper bien. Hasta el momento no la he cagado. Ya es un equipo de «Pacto de Sangre» que viene súper consolidado. Yo venía de un lugar en que estaban todos medios depre. Para mí esto es un airecito fresco.
A pesar de que «Pacto de Sangre» no ha sido un éxito en rating, sí ha logrado ser un fenómeno mediático que se ha ganado Canal 13…
Además que no todos pueden tener el primer lugar. Lo interesante del lugar que está ocupando el 13 es uno donde puedes correr más riesgos. El número 1 se tiene que mantener y eso ya es terrible porque te obliga y margina a hacer lo mismo, pero aquí es sigamos descubriendo. En términos digitales, el 13 la lleva harto, está llegando a otro público que se mueve en otras áreas. Hay mucha gente que no ve tele. También es bueno capturar otro público porque se hacen otras cosas, con tal de que crezca esto.
A ti, personalmente, ¿te gustan más los desafíos o nadar en aguas más tranquilas?
Ya estuve tranquila y no me gusta, me gustan los riesgos, me gusta moverme, me gusta aprender. Para mí siento que ahora es lo que quería, lo estaba pidiendo. Estoy muy agradecida del universo por esta posibilidad que me dieron, de tener pega fija, pero ya quería como más riesgo, más personajes. Este es el momento para que me toquen los desafíos. Pienso seguir un poco más me instinto y lo de acá es todo lo que estaba pidiendo.
Aparte de «Río Oscuro», ¿algún otro proyecto?
Estoy empezando a ensayar un musical con Los Auditores, que son los mismos de «Morir de Amor». Es la tercera producción, y somos las Madonnas y vamos a estar ahí, muchas mujeres, muy girl power. No vamos a contar la vida de Madonna, pero vamos a agarrarnos de su power para contar una historia con su música. Empezamos los ensayos y es brígido, estoy toda molida. Entre eso y esto, tengo bien cumplida mi cuota de movimiento.