La serie más exitosa de la plataforma de streaming en estos días fue creada y producida por un chileno. José Ignacio Valenzuela, el «Chascas», quien escribió en nuestro país teleseries como «Amor A Domicilio», «Dama y Obrero» y «La Familia De Al Lado», es la mente detrás de «¿Quién Mató A Sara?».
Valenzuela, quien reside en Miami hace varios años, conversó en exclusiva con Fotech.cl sobre el proceso cretivo de la ficción que la rompe en Netflix, sus referentes, y cuáles son las grandes diferencias de trabajar para la plataforma de streaming en comparación con la televisión abierta.
¿Cómo llegaste a trabajar en Netflix?
Me llamaron. A comienzos del 2019 recibí una llamada de Roberto Stopello, ejecutivo de Netflix, a quien yo había conocido años antes en Telemundo. Él me preguntó si me interesaba escribir alguna historia de suspenso para Netflix y yo contesté que sí, inmediatamente, y ahí comenzó el trabajo de armar la biblia, la sinopsis, los personajes, y eso se terminó convirtiendo en «¿Quién Mató A Sara?». Todo mi trabajo fue a raíz de esa llamada que terminó siendo, como digo yo, la llamada que me cambió la vida.
¿Cómo fue el proceso de creación de «¿Quién mató a Sara?»?
El proceso fue largo y eso es lo que más celebro y agradezco, porque en general, cuando uno trabaja para la tele, todo el periodo previo a la escritura siempre es muy corto, siempre te piden que te pongan a escribir capítulos lo antes posible o lo más rápido posible, aquí era al revés. Acá la idea era tomarse todo el tiempo del mundo para desarrollar la sinopsis, los giros de acción de la temporada, los cliffhangers, los persones, en fin. Eso tomó varios meses.
¿En qué te inspiraste?
Yo sabía que quería hacer una serie con tintes policiales, tipo Agatha Christie, por lo tanto, mi mayor inspiración a la hora de escribir «¿Quién Mató A Sara?» fue precisamente Agatha Christie. Yo me he leído gran parte de la obra de esa autora, la he estudiado mucho y he estudiado su método de escritura, cómo estructura sus casos, cómo estructura los culpables, cómo hace los giros para esconder a los verdaderos culpables, para hacer sospechar a los lectores de los demás personajes y todo eso lo apliqué a la hora de escribir la serie. A diferencia de lo que la mayoría gente cree, mis referentes para escribir «¿Quién Mató A Sara?» no fueron audiovisuales, fueron exclusivamente literarios,
¿Cuáles fueron las principales diferencias de trabajar para Netflix con tu trabajo en los canales chilenos?
Uf, podría estar hablando tres días de esto. Primero que todo, lo más obvio, el tiempo que uno le puede dedicar al trabajo como escritor. Como decía anteriormente, en la televisión abierta, chilena, mexicana, estadounidense, en general, mi experiencia ha sido igual en todos los países, en la televisión abierta el tiempo es mucho más reducido, así que tienes que correr, volar, tienes que hacer muchas etapas en una, tienes que escribir, corregir, pulir y editar mientras estás escribiendo. No hay tiempo para ir trabajando con calma en los capítulos, todo es rapidísimo, en cambio en Netflix es todo lo contrario. Por otro lado, en Netflix tienen una disposición que a mí me parece fabulosa, que es que la historia manda, o sea, la persona más llamada a contestar las preguntas, a formar parte de los comités, a tomar las decisiones, es el escritor, porque el escritor es el que sabe lo que va a pasar, el escritor es el que sabe lo que la historia necesita, las decisiones se toman pensando en el bien de la historia y no en lo que el canal o la productora le gustaría que pasara. Ésa es otra de las diferencias. Si yo necesito que se incendie un edificio, se va a tener que incendiar, lo que no significa que yo caprichosamente voy andar quemándolos porque puedo, no, tengo que justificarlo, pero no se parte de la base de que uno, como escritor, está haciendo las cosas para complicar a la producción, sino que lo está haciendo porque la historia lo merece. Y finalmente, es el apego fiel al texto, o sea, si el escritor escribió ese final de capítulo, ése es el final del capítulo; si el escritor hizo un videoclip dentro del capítulo, por algo se hizo y entonces hay que hacerlo; acá no existe eso de cortar capítulos, alargar capítulos, estrechar capítulos, no, aquí lo que el guión dice es lo que es y así se tiene que hacer. Para mí es como haber llegado al paraíso, porque después de pelear eso por tanto tiempo, por fin llegar a un lugar donde efectivamente se reconoce la importancia del trabajo literario que hay detrás de un guion, vale oro.
¿Quedaste conforme con el resultado de «Quién Mató A Sara»?
Creo que no existe la palabra que pueda expresar lo dichoso que estoy con el resultado. Yo no sólo fui escritor y creador de la serie, también fui productor ejecutivo, por lo tanto, formé parte de todos los procesos muchísimo antes de que la serie se liberara en el streaming. Yo empecé a ver las maquetas de los capítulos y, desde ese momento, aunque estaban mal editadas, sin corrección de color, sin música, desde ese momento, empecé a darme cuenta de que la calidad de esta serie era superlativa. Ésa es una de las razones que me llena de orgullo. Esta serie se grabó, en algunos casos, con condiciones muy terribles, como el COVID-19, de bloqueos en el país donde se grabó (México), en lugares cerrados, con aforos pequeños, etc, y no se nota en pantalla, la calidad nunca bajó. Estoy impactado, conforme y agradecido del resultado de «¿Quién Mató A Sara?».