Este jueves 23 de febrero se vivió la tercera noche del Festival de Viña, la que tuvo como protagonistas a Christina Aguilera, Fabrizio Copano y Polimá Westcoast.
Conductores: Lamentablemente, María Luisa Godoy y Martín Cárcamo fueron el punto bajo de una jornada memorable. De partida, el bochornoso diálogo en inglés con Christina Aguilera que rememoró el fiasco de Rafael Araneda y Eva Gómez con Elton John el 2013; y luego la falta de manejo (enojo de María Luisa incluido) de la previsible situación posterior al show de la estadounidense, que llevó a que Fabrizio Copano tuviera que lidiar injusta e innecesariamente con el público en contra en el inicio de su show.
Christina Aguilera: Creo que no quedan duda acerca de cuál será el mejor show de Viña 2023. Xtina fue todo lo se espera del artista anglo de Viña, y aún más. Puesta en escena de nivel mundial, digna de una artista que juega en otra liga. Banda extraordinaria, ballet de primer nivel y unas coristas impactantes, con voces tan portentosas como las de la propia cantante. La rival histórica de Britney lucía espectacular, como toda una Queen. Tal vez ya no hace coreografías tan movidas como en sus veintes, pero se ve igualita, y mantiene intacta su extraordinaria voz. Partió con sus clásicos de su época de ícono teen como “Dirrrty” y “Genie in the Bottle”, para luego incursionar con gracia y acierto en la música en español y el género urbano. El mejor momento para mí fue cuanto interpretó esa obra maestra de la música pop llamada “Lady Marmalade”. El mejor espejo posible para artistas como Nicki Nicole y Emilia, que tuvieron la oportunidad de ver en primera fila el nivel de show al que pueden llegar si siguen por la senda del profesionalismo. Y para más remate, simpática y con gran disposición. La doble Gaviota fue muy poco para ella. Su show estaba cronometrado y cumplió rigurosamente.
Fabrizio Copano: Le tocó agarrar un fierro caliente que no se esperaba: un Monstruo despierto y molesto. Para cualquier otro comediante del planeta, salir a actuar después del pedazo de recital de Xtina hubiera sido un desafío temible. En ese escenario, Fabrizio dio muestras de su proverbial oficio, y en menos de cinco minutos lo dio vuelta y tuvo al público comiendo de su mano. Luego de eso, se mandó una rutina sólida, donde demostró que no ha perdido el link con el humor chileno a pesar de sus años en la tierra del stand up. Regalo perlitas de comedia negra, habló de la contingencia sin miedo, palanqueó con todo a Boric (pero lo dejó muy bien parado). Además, pulverizó el mito de que el público del género urbano es intolerante y que si te toca actuar antes de ellos estás frito. A pesar de que después de él venía Polimá Westcoast y tenía a la “Generación Dorada Urbana” casi en pleno en la platea, los subió y bajó del columpio sin contemplaciones, y se dio un festín con Marcianeke (muerto de la risa en la platea) y Pailita (que según trascendió lo tomó mal). Su cierre fue épico, con sus compinches del Club de la Comedia y Los Bunkers apareciendo de manera sorpresiva. El segundo mejor show de este año. Al igual que Xtina, la doble Gaviota quedó corta. Con esto, Fabrizio Copano entra con toda propiedad en la discusión por el título del “mejor comediante chileno de todos los tiempos” junto con Coco Legrand, Stefan Kramer y Lucho Navarro. Oficio, inteligencia, gran manejo de escenario y valentía. Un grande de verdad.
Polimá Westcoast: Un show relevante más por su significado que por su calidad. Más que el show de Polimá, fue la presentación en sociedad de la “Generación Dorada Urbana”, que asistió en masa a bancarlo desde la galería, y alguno de los cuales hicieron apariciones especiales, como Pablo Chill-E, Young Cister y el enchuchado Pailita. Su puesta en escena fue mejor de lo esperado. En cuanto a repertorio, fue más bien monotemático. Salvo el inicio con tambores africanos y la parte de raíz andina con el discurso de Víctor Jara, el resto fue puro perreo. Aunque había músicos en vivo, aquí claramente predominaron las pistas y el autotune. Doble Gaviota merecida y un hito histórico para el género urbano en Chile. Los futuros festivales de Viña tendrán al menos un urbano chileno en su show. Más allá de lo que se piense de ellos y de su música, se la han ganado de sobra.
Notas aparte: 1) La situación complicada del inicio del show de Fabrizio Copano pudo y debió ser anticipada. Si se sabía que Xtina tenía el show cronometrado y se iba a ir, pudieron planificar ese momento para calmar al monstruo y facilitarle la vida a Fabrizio. Esa circunstancia habría sido lapidaria para cualquier otro comediante sin su oficio.
2) A pesar de lo anterior, esta fue por masacre la mejor jornada de esta edición, y una de las más memorables de la historia del evento.
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