El artista estadounidense fue señalado desde un comienzo como el perpetrador de diferentes actos de maltrato, pero recientemente, presentó una acción judicial por difamación en contra de la actriz, que mostró un lado completamente desconocido de la tóxica relación que tuvieron las figuras de Hollywood.
Amber Heard decidió contar su verdad en diciembre del 2018, a través de una publicación en el periódico The Washington Post, donde señaló todo el calvario que vivió siendo pareja de Johnny Depp y cómo la sociedad se tornó en su contra luego de denunciar públicamente: «Hace dos años, me convertí en una figura pública representando el abuso doméstico y sentí toda la fuerza de nuestra cultura de furia contra las mujeres que alzan la voz. Tuve el punto de vista privilegiado de ver, en tiempo real, cómo las instituciones protegen a los hombres acusados de abuso».
Pero ante estas declaraciones, Johnny Depp tuvo una versión que se contrasta profundamente con lo dicho por Heard e interpuso una acción judicial por difamación, que contempla el pago de 55 millones de dólares por parte de la actriz, ya que, según él, es inocente: «Seguiré negándolo el resto de mi vida. Nunca abusé de la señora Heard ni de ninguna otra mujer (…) Ella fue la perpetradora, y yo la víctima».
Dentro de las declaraciones entregadas por Depp al organismo de justicia, destaca el relato de abuso que calló durante estos años: «Mientras combinaba las anfetaminas recetadas y las drogas no recetadas con alcohol, la señora Heard cometió innumerables actos de violencia doméstica contra mí, a menudo en presencia de algún testigo, que en algunos casos me causaron daños corporales graves. Ella se volvió loca y comenzó a tirarme botellas».
Finalmente, el intérprete de Jack Sparrow en «Piratas del Caribe», reveló que cuando terminó su relación con la artista, se llevó una asquerosa y desagradable sorpresa: «Después de despedirme de la señora Heard en el ático, el 21 de abril de 2016, a la mañana siguiente, la señora Heard o una de sus amigas defecaron en mi cama como una especie de broma enferma antes de irse juntas a Coachella».