Esta semana, la periodista partió rumbo a Londres, donde se radicará junto a su familia durante un año. Días antes, concretó su renuncia al canal estatal tras la polémica que se desató con los trabajadores luego de que se enteraran del contrato millonario que tendré como corresponsal en la capital ingresa.
Quien se había mantenido al margen de la situación era el director ejecutivo de TVN, Jaime de Aguirre, el que por primera vez alzó la voz respecto a lo ocurrido.
«Es un hecho muy desafortunado lo que se produjo, está lleno de malentendidos, cuando era tan fácil haber hablado con preguntas claras. Pero bueno, las cosas son como son, yo tengo un altísimo concepto de la Mónica Pérez, como persona y profesional, y es una lástima que haya terminado renunciando», declaró al diario La Tercera.
Aún así, sostuvo que «estas cosas hay que saber superarlas, me encantaría contribuir a cambiar la cultura del chismorreo y de las noticias sin fuentes claras ni responsables, como sucedió en este caso. Las decisiones que tomamos están todas enfocadas en hacer lo mejor para el canal. Yo creo que sí era una buena decisión tratar de retener a la Mónica, y obtener de ella reportajes y notas del extranjero. Pero no me parece seguir ventilando cosas por los diarios».