Ivette Vergara protagonizará el segundo capítulo de «Al Piano con Lucho«, el nuevo programa de Luis Jara en TV+, donde se refirió por primera vez el quiebre matrimonial con Fernando Solabarrieta, el cual se confirmó hace algunos meses.
Sus declaraciones ocurrió en un íntimo momento cuando el animador le preguntó a la comunicadora si se volvería a enamorar. «Totalmente. Porque me encanta el amor. Me encanta sentirme amada y me encanta amar«, aseveró al respecto.
«Y ojalá que aparezca… Fuera de broma, sin duda, porque a mí me gusta, ¿cachai? Estar, me gusta amar, entregar amor. Siento que soy una mujer que tiene mucho por entregar», agregó la actual integrante del Área Deportiva de TVN.
Luis Jara agregó que Ivette Vergara cree en el amor por luchar por su matrimonio 30 años con Fernando Solabarrieta, y ella estuvo de acuerdo. «Lógico», dijo. Sin embargo, aclaró que «ya no fue, ya no fue. Evidentemente que la vida avanza, sigue«.
El camino por aceptarse
En medio de la entrevista, más allá del tema con Fernando Solabarrieta, Ivette Vergara reconoció que ha tenido un largo camino que ha recorrido para lograr aceptarse y valorarse a sí misma. Es así que revela cómo la “pillan” sus 52 años.
«A ver, la ‘raja’ me pillan. Yo siento que me veo mejor que nunca. Es que lo quiero compartir, porque en realidad, uno le tiene miedo al paso de los años. Uno dice, ‘chuta’, vamos a llegar a los 50″, sostuvo la animadora.
«Yo creo que hoy día me siento súper… Que no ha sido gratis. Sí, no ha sido gratis. Y yo creo que primero partí muy chica, lo que yo te decía, muy insegura de mi aspecto físico, porque yo nunca me he sentido bonita. Me sentía grande, potona… Entonces siempre busqué tapar un poco mi físico para no llamar la atención», indicó.
Por su parte, Luis Jara le pregunta cuánto demoró el lograr este nivel de aceptación y amor propio, a lo que ella respondió que «me demoré mucho. ¿Sabes qué me pasó? Que cuando cumplí 40, fue como que me saqué una mochila encima… Y dije, esta soy yo. Y me empecé a aceptar. Y por primera vez dije, ¿sabes qué más? Soy potona, soy tutona, tengo celulitis, me da lo mismo».