De un tiempo a esta parte, estamos viendo el retorno a las pantallas de rostros defenestrados por diversos motivos. En este artículo analizaremos caso a caso.
La industria televisiva está dando segundas oportunidades a rostros que, por diversos motivos, habían caído en desgracia y desaparecido de pantalla. Aquí tenemos una serie de casos. Salvo el último, todos tienen algo en común: TV+, el canal heredero del histórico UCV Televisión que se ha transformado en un verdadero refugio para rostros de la época de oro de la farándula que buscan reengancharse en la TV.
Mauricio Israel: El 2022, el publicista devenido en comentarista deportivo volvió a las pantallas a ejercer su performance de “cosplayer” de baja calidad de Eduardo Bonvallet por el que fue grito y plata antes de que las deudas lo obligaran a dejar las cámaras y el país. Curiosamente, lo hizo en “Círculo Central”, el mismo programa donde Bonvallet hizo su debut en los medios de comunicación, y al lado de dos ex históricos escuderos del fallecido “Gurú”, Marco Sotomayor y Felipe Bianchi. Posteriormente, se incorporó como panelista a “Sígueme y Te Sigo”, donde ya se peleó con sus compañeras Nataly Chilet y Titi García Huidobro, tuvo sendas polémicas mediáticas con Nicolás Copano y Julia Vial, y se ha quejado de las críticas.
José Miguel Viñuela: “Tal Cual” marcó el retorno a las pistas del histórico conductor de “Mekano” después de su despido de Mega, motivado por el ya mítico episodio del “corte de pelo más costoso de la historia”. Entre medio se dedicó a hacer programas en Instagram junto con su nana.
Raquel Argandoña: Salió de Canal 13; tuvo que bancarse la infinita vergüenza del mediático intento de parricidio de su hijo Hernán Calderón, el colapso de su familia y el quiebre de relaciones con su hija Kel; estuvo un tiempo en Zona Latina; subió un nuevo quiebre sentimental; y hasta casi se ahogó comiendo pollo. Y sigue en la TV, incólume, incombustible, haciendo dupla con Viñuela en la conducción de “Tal Cual”. Notable caso el suyo, considerando que rostros contemporáneos como Viviana Nunes y Paulina Nin de Cardona están fuera de las pistas o en roles muy secundarios hace rato.
Patricia Maldonado: La fondearon del “Mucho Gusto” a poco de iniciarse el Estallido Social y no volvió nunca más al matinal de Mega. Se refugió en ese verdadero “vertedero mediático” que tiene en YouTube llamado “Las Indomables”, en donde junto a Catalina Pulido da rienda suelta a toda su toxicidad emocional. Hace poco volvió a la TV abierta en el ya citado “Tal Cual”, en donde su mayor aporte ha sido la bizarra “serenata” que hizo usando un dildo como micrófono. Hasta antes de que el destino (¿o el karma?) le pusiera un accidente de tránsito en su camino, había causado indignación por su violento bullying mediático contra la senadora Fabiola Campillai.
Marlen Olivari: La ex musa de “Morandé con Compañía” parece haberse estabilizado luego de su matrimonio con Luciano Marocchino (el mismo del mítico episodio de la “terraza” en Miami con Cecilia Bolocco). Dejó la farándula y los escándalos, se dedicó a criar a su hijo y a estudiar derecho y hasta se candidateó a alcaldesa de Viña del Mar en las últimas municipales, obteniendo un exiguo 1,46% de los votos. Aunque aparece como panelista de “Tal para Cual”, al parecer su futuro parece ir más para el lado del servicio público.
Cathy Barriga: La única de esta lista no ligada a TV+, sino a Zona Latina, donde fue anunciada como panelista de la nueva versión de “Me Late”, el programa de farándula de Daniel Fuenzalida que irónicamente fue sacado de la pantalla de TV+ hace poco. Lo de la ex alcaldesa de Maipú resulta particularmente polémico, pues viene de una gestión hiper cuestionada por sus constantes performances mediáticas, su marcada tendencia al culto a la personalidad y sus malos manejos financieros que la tienen en la mira de los tribunales. Claramente se le subió el poder a la cabeza y que salió de su cargo por la puerta de servicio.
Otros casos posibles: No descarten que Karol Lucero, después de la tormenta iniciada por el mítico “arreglo de cables”, de transformarse en el “regalón” del Estallido Social y de su polémica relación con un negocio con harta cara de estafa piramidal, pueda volver a los medios una vez concretado su matrimonio. Tonka Tomicic, que está en modo “Travel Channel” viajando por la Zona Austral de Chile tratando de capear el temporal de las denuncias en contra de su ex marido “Parived” por venta de relojes. Cristián de la Fuente quedó mediáticamente congelado después de que lo pillaron siendo infiel a Angélica Castro en México. Javier Olivares, el conductor de ese descarado plagio de Mekano llamado ”Tremendo Choque”, del cual se recuerda un incidente que tuvo con Maura Rivera menor de edad y antes de entrar a “Rojo” y que ha desarrollado una carrera periodística y televisiva más que respetable en la TV en español de los Estados Unidos, recientemente anunció su retorno a Chile, aunque sus intereses irían más por el lado de la política que de los medios.
¿Será prudente que gente que tiene a su haber episodios y actitudes cuestionadas y cuestionables, esté en un panel televisivo ejerciendo como líder de opinión? A la industria televisiva, cuyo “negocio” es atraer audiencia, y para eso necesita gente mediáticamente atractiva, tiende a privilegiar a los personajes “mediáticos”, “atractivos” y “con cuento”, más allá de su idoneidad o de su ética. De otra manera no se explica que, previamente a su nominación como parte del Comité de Expertos del nuevo proceso constitucional, la ex subsecretaria de Prevención del Delito del segundo gobierno de Piñera, Katherine Martorell, se haya paseado oronda por los matinales dictando cátedra sobre seguridad pública siendo ha sido severamente cuestionada por su incompetencia e ineficiencia durante su gestión, además de estar siendo investigada por un tema de irregularidades en una licitación. De otra manera, no se explica que se le siga dando afrecho mediático a un personaje desquiciado y tóxico como el “Pastor” Javier Soto.
No somos nadie para negarles nuevas opciones a gente que se equivocó en el pasado y que quiere reivindicarse. Todos tenemos derecho a eso. Pero otra cosa es embarrarla, salir y volver a las mismas andadas. Como dice un proverbio árabe, “la confianza crece con la lentitud de una palmera y se pierde con la velocidad con que cae un coco”. En algunos de los casos citados se nota un claro arrepentimiento y aprendizaje, pero en otros no lo es tanto, e incluso hay persistencia y hasta reivindicación explícita de conductas cuestionables.