Los seguidores de la teleserie de Mega estrenada en el año 2015 recuerdan a la pequeña Alma, la hija de Julieta (María José Prieto), quien tenía una discapacidad que le impedía caminar y por ello debía usar silla de ruedas. En la trama, su madre se desvivía por brindarle una buena calidad de vida.
Pero además, muchos recuerdan a Isidora Guzmán, la intérprete de la pequeña Alma, por su participación en 2011 en la Teletón, donde fue una de las embajadoras, con tan sólo 6 años.
La adolescente, de ahora 16 años, se ha ido convirtiendo en un referente para los más de 78 mil seguidores que tiene en Instagram, los que día a día siguen sus publicaciones. Fue así como se enteraron que Isidora se sometería a una complicada cirugía, que según indicó a Página 7, «era para mejorar su calidad de vida».
Al explicar el porqué de su operación, Rodríguez contó que sus músculos estaban mal. “Fue una decisión de mi ortopedista porque veía mis pies muy derrumbados, como de pie de atleta», explicó.
La joven actriz aclaró al medio de comunicación que la diplejia espástica, condición que la afecta desde el nacimiento, que “mis músculos constantemente es como si estuviesen muy contracturados, todo demasiado duro y muy rígido, eso conlleva que a nivel de crecimiento tenga que pasar procesos complejos como que se te doblen las rodillas, que los tendones no puedan crecer al mismo ritmo, que se te deformen los huesos, porque como está todo conectado, pasan estas cosas”.
Sobre su última intervención, la intérprete de Alma contó que “como toda cirugía fue súper complejo en un inicio, yo creo a nivel personal que tengo una intolerancia a los analgésicos, entonces me tuvieron que poner una inyección epidural como las embarazadas para poder aguantar los dolores, pero a nivel estomacal no me hizo muy bien que digamos, esa fue una de las explicaciones por las que estuve varios días”.
Por lo que relata, su recuperación no fue fácil, “hoy recién estoy bien, podía comer y todo, pero pasaba durmiendo, me dolía demasiado, me costaba muchísimo poder controlar el dolor, llegaba a llorar. De ánimo estoy mucho mejor, por lo menos tengo el privilegio de que mis papás puedan ayudarme”.
“Estoy haciendo hartas elongaciones, puedo decir que ha sido una recuperación bastante buena, y unos resultados que me han maravillado”, agregó.
Por último explicó los beneficios que le traerá esta cirugía. «Me dará estabilidad, de pasar a un andador, podría pasar mejor a la transición hacia los bastones o muletas. También la independencia, voy a poder caminar sin esforzarme tanto porque para una persona con discapacidad la quema de calorías es el doble”.