Farandulizar el tema de las agresiones a la mujer por sí sólo es un gran error. Probablemente este viernes dirán que se analizará seriamente este tema, pero por favor, hablamos de “Primer Plano”, el programa que se dice n° 1 de la farándula y donde irónicamente uno de sus conductores, Jordi Castell, fue rostro de la campaña contra los abusos hacia las mujeres.
El día lunes comenzó la nueva temporada del programa de Canal 13, “En su Propia Trampa”. La historia presentada fue sobre una mujer que era golpeada reiteradamente, incluso apuñalada, por su pareja, el colombiano Jorge Bohorquez. Por lo visto en ese capítulo quedó claro que no era una reacción aislada por parte de él sino más bien un reflejo de su forma de ser. Se observaron diversas reacciones en las redes sociales, y entre ellas destacó la molestia por el actuar de la jueza, que aun sabiendo de las agresiones sufridas por la mujer, lo deja libre y sin medidas cautelares luego que este “hombre” pidiera disculpas, que a mi parecer fueron bastante actuadas y poco convincentes. Hubo reacciones a favor del programa como también en contra, ya que otras personas sintieron que con el tratamiento dado a esta clase de temas, se desviaba la importancia que tiene el denunciar las agresiones al género femenino.
En fin, el ruido pasó, se siguió comentando pero con menos fuerza. Sin embargo, desde ayer miércoles comenzaron a aparecer los avances de lo que se verá este viernes en el programa “Primer Plano” de Chilevisión. Para mi sorpresa, aparece este tipo dentro de los invitados. Pero ¿cómo? ¿Este no es un estelar de farándula? ¿No conduce acá Jordi Castell, unos de los rostros de la campaña contra la agresión a las mujeres con el famoso lema “Maricón es quien le pega a las mujeres”? Encuentro insólito que inviten a Jorge Bohorquez al programa, más aun sabiendo que a los invitados se les paga, por ello deduzco que le están pagando por haberle pegado a una mujer. Qué buen negocio ¿eh?.
Espero que la moral esté por sobre el rating y los conductores no caigan en el juego de victimizar la figura de este “pobre” personaje, que tan mala imagen le dejó el programa de la competencia. Por mi parte y como mujer me da lo mismo si está o no en tratamiento, el daño ya se lo hizo a mis compañeras de género. Por mí, que se vuelva a Colombia y punto.