Pueden haber pasado ya dos meses desde la trágica muerte de Naya Rivera, a los 33 años, y aún así siguen haciéndose públicos dolorosos detalles acerca de su deceso.
Hasta el momento se sabía que la actriz de «Glee» falleció ahogada el 8 de julio luego de salir a navegar en un bote en el Lago Piru, ubicado en California, junto a su hijo Josey, de 4 años. No obstante, el paseo acabó de forma fatídica cuando ambos se lanzaron al agua para nadar y se vieron atrapados por fuertes corrientes. Si bien se comprobó que Rivera pudo salvar al pequeño subiéndolo a la embarcación, ella no pudo hacer lo mismo. Su cuerpo fue hallado cinco días después.
Sin embargo, ahora la revista People publicó una nota que agrega nuevos y desgarradores aspectos acerca de lo sucedido, a partir del informe sobre la autopsia e investigación que realizó el médico forense del condado de Ventura (en cuya jurisdicción está el Lago Piru).
De acuerdo con el documento, Josey relató que contaron del uno al tres antes del saltar al agua, pero Naya pronto le dijo que volviera al bote. Fue en ese momento que ella lo ayudó a subir.
“Luego él la escuchó gritar ‘¡ayuda!’ con su brazo en el aire. Luego ella desapareció”, revela el texto.
También indica que Rivera gozaba de buena salud y era buena nadadora, pero padecía de vértigo hasta el punto de llegar a vomitar, y que éste “empeoraba cuando estaba en el agua”, aunque aprendió a controlar los síntomas con medicamentos.
El reporte agrega que a la actriz se le había prescrito diazepam para controlar la ansiedad y que estaba tomando medicina para una infección de los senos nasales. Agrega, además, que usaba un vaporizador de marihuana “y fumaba alrededor de un paquete de cigarrillos por semana”.
El informe toxicológico, por su parte, señala que se encontró la presencia de varias sustancias en el cuerpo de Rivera, derivadas principalmente de los fármacos que se le habían recetado: tenía niveles bajos de anfetamina (probablemente por el consumo del medicamento Dexedrine), diazepam, alcohol y fentermina (un supresor del apetito) y cafeína.
La investigación estableció asimismo que en la cartera de la actriz estaban su celular, jeringas con una sustancia líquida rosa, su identificación y recetas para anfetaminas. Y añade: “Cerca de su bolso se encontraron tres latas de alcohol White Claw (bebida alcohólica parecida a una cerveza) de 350 ml. Una de las latas estaba vacía, una estaba abierta y con alrededor de tres cuartos del contenido, y la otra estaba sin abrir”. Con todo, puntualiza que su concentración de alcohol en la sangre era muy baja, de apenas 0,016 gramos por litro de sangre (en casi todo Estados Unidos el límite legal de alcohol en la sangre para poder conducir fluctúa entre 0,08 y 0,10).
Finalmente, el reporte recalca que Naya Rivera “no poseía antecedentes conocidos de ideación o intento suicida”.