Desde hace ya un tiempo que Patricia López se encuentra viviendo en Eslovenia, país de origen de su marido, y donde la actriz dio a luz a su primer hijo llamado Río.
Instalada en esas tierras, la intérprete se ha dedicado a dictar talleres a través de zoom, compartir sus experiencias y entregar tips de madre en sus redes sociales, además de desarrollar rutinas de yoga y meditación, pasión que comparte junto Izidor Leitinger, padre de su retoño, destacado músico, trompetista y director de orquesta, quien ha orientado sus quehaceres en el jazz.
Recientemente, la artista, que en el último tiempo ha publicado en su Instagram fotografías de su pequeño evidenciando cuánto ha crecido, anunció a través de la misma plataforma que retomó las actividades que había dejado relegadas en pos del cuidado de su primogénito, aprovechando además que estaban con mejores temperaturas en ese lado del planeta.
“Bienvenida primavera! Comienzo abril con nuevas energías. Sobrevivimos con éxito la crisis de la lactancia. Tengo más tiempo para mí. Retomo mi rutina de ejercicios. Y voy a la peluquería después de un año”, comentó en uno de sus posteos, en el que presume del bello trabajo estilístico realizado en su pelo.
La huincha de la chala
Pero además, la actriz también se ha dado el tiempo para renovar su closet, oportunidad en la que visitó una elegante tienda de ropa buscando un vestido para su concierto de boleros. En eso estaba cuando uno de sus zapatos le hizo una mala jugada.
“Estaba feliz! Mi primer día de shopping post parto! Probándome vestidos para mi concierto en una galería muy pituca de Slovenia. Se despertó mi sangre latina y me emocioné bailando, cuando de repente… ten cuidado con la huincha de la chala!”, escribió la intérprete acompañando el video que evidenciaba la sesión de prueba, que se vio interrumpida por la estrepitosa caída de la artista.
Paty López, en vez de angustiarse, se levantó y acercó a la cámara riéndose por el percance sufrido, asumiendo que se encontraba fuera de training en estas lides.
Sus seguidores, aplaudieron el divertido gesto. “Lo bueno de caerse es pararse con la carita llena de risa”, “Compraste la tienda”, “A quién no le ha pasado”, “Pucha… íbamos tan bien”, fueron algunos de los comentarios.