La tarde de este domingo, en la previa de la noche inaugural de la versión N° 61 del Festival de Viña del Mar, una serie de manifestaciones y protestas terminaron con el Hotel O’Higgins como foco principal de los enfrentamientos.
Producto de los desmanes, gran parte de la infraestructura se vio gravemente afectada, e incluso algunos artistas ni pudieron salir del hotel para dirigirse a la Quinta Vergara. La obertura y las competencias internacional y folclórica fueron suspendidas por estas razones, a último minuto.
Sin saber si volverán a repetirse las protestas en el centro de la Ciudad Jardín, la gerencia del hotel tomó la determinación de suspender su funcionamiento en forma indefinida.
Según informaron a través de un comunicado, «frente a los hechos de público conocimiento acontecidos el día de ayer, que causaron graves daños a la propiedad municipal y privada, poniendo en riesgo la vida e intimidad de nuestro personal y de nuestros clientes (…) nos hemos visto obligados a adoptar la decisión de suspender indefinidamente el funcionamiento del Hotel O’Higgins a contar de esta fecha», señaló el documento firmado por el gerente oficial, José Dávalos.
La decisión fue apoyada por la alcaldesa de Viña, Virginia Reginato, quien aseguró que «tenemos que cuidar nuestra ciudad, tenemos que cuidar a los viñamarinos porque basta, estamos cansados de la delincuencia».