El capítulo de este jueves de «Juego de Ilusiones«, que ya está disponible en MegaGo, estará centrado en la llegada de Valentina (Camila Hirane) a la casa de los Mardones, donde las hijas de Julián (Julio Milostich) no reaccionarán de buena manera.
Recordemos que el empresario, al saber que, supuestamente, la joven inversionista volvería a Europa, quiso impedirlo a toda costa, y de esta manera, decidió formalizar su relación y la invitó a vivir junto a él, a lo que ella aceptó.
Justo en el momento en que Valentina venía entrando a la casa con sus maletas se topó con Sofía (Magdalena Müller), quien volvió a vivir donde su padre tras el tiempo que se tomó con Ignacio (Felipe Contreras). De esta manera, se enteró de boca de la propia mujer de la noticia.
«Me vengo a vivir a esta casa»
Como era esperar, la joven abogada no reaccionó de buena manera y le prohibió a Genaro (Adrián Salgado) «meter otra cosa más de esa mujer a esta casa». En ese momento, se encontró con su padre, a quien encaró por «meter a esta mujer a la casa», a lo que su padre insistió en que «Valentina y yo vamos a vivir juntos a partir de hoy».
Seguido a eso, la nueva pareja de Julián llegó hasta la cocina a tomar un vaso de agua, donde se encontró con Javiera (Fernanda Finsterbusch), a quien también le anunció la noticia junto a Lidia (María Ester Messina) que estaba ahí con ella.
«Tuve que desarmar todo mi departamento en una mañana», dijo tras tomarse el vaso al seco, al ser consultada si se iba de viaje, se mostró sorprendida al ver que su pareja no les había contado. «Javiera, con tu papá decidimos formalizar nuestra relación. Así que a partir de hoy, me vengo a vivir a esta casa«, dijo, dejando a la joven sin palabras.
La amenaza de Julián
Tras enterarse que Sofía había llegado a vivir a la casa tras separarse de Ignacio, Julián fue a conversar con ella por su negativa ante la llegada de Valentina. Aunque ella trató de hacerle entender que la mujer no estaba enamorada de él, le imposible.
Incluso en esta escena de «Juego de Ilusiones», Julián la amenazó en caso de que no se acostumbrara, tanto ella como sus otras hijas, a la llegada de Valentina: «Valentina es mi mujer y a partir de hoy va a ser la señora de esta casa. Te voy a pedir que la respetes como tal, porque sino vas a tener que buscarte otro lugar donde vivir, ¿estamos? (…) Eso corre para tus hermanas también«.