Desde chico anhelaba tener poderes… ¿Y quién no? ¿Quién no alucinaba con ser Superman, volar por los aires, planear sobre ciudades? En una cultura repleta de íconos heroicos, cualquier niño desearía lo mismo. Recuerdo cuando jugaba Mortal Kombat o Street Fighter, imitaba los poderes de Sub-Zero, Rayden, Ryu o Guile. Ya más grande me creía Seiya (Pegasso), pero nunca Gokú. Y no es que mi vida haya transcurrido en imitar a estos personajes, pero cuando se es niño, los sueños y fantasías se viven cada día. Al menos, se simulan.
Hace aproximadamente un año, específicamente el 25 de septiembre de 2006, se lanzó en el canal estadounidense NBC, Heroes. Esta serie, creada por Tim Kring, quien primeramente lanzó el piloto en la Convención Anual de Comic en San Diego, Estados Unidos, generando expectación y fanatismo de manera inmediata. Luego, la vorágine por saber de qué trataría, aumentó. Sitios de Internet como Yahoo o Itunes ofrecían el piloto, que ha sido una de las descargas más populares en los últimos tiempos. Y eso que aún no se estrenaba en la televisión abierta de Estados Unidos.
Ya al aire, en la NBC, en su primer capítulo se vislumbran lentamente cada historia. Todo comienza y se enlaza con la investigación que hizo el padre de Mohinder Suresh, que descubre la existencia de personas que detentan un ADN evolucionado, dándoles superpoderes. A través de la investigación de la muerte de su padre, Mohinder conocerá a estas singulares y extraordinarias personas.
Dime cómo es el piloto…. Y te diré como sigue… ¡Mentira!… A muchos sinceramente no les gustó el piloto… Y sí, hay que decirlo, fue de menos a más. Pero no se desalienten, con Heroes el asunto es distinto: no hay conexión entre el piloto y el desarrollo dramático de la historia. Es más, los conflictos, la trama, el suspenso, incrementa a medida que transcurre, convirtiendo a sus fanáticos, por lo menos a mí, en un adicto que llegaba a ver cuatro capítulos seguidos.
En el primer capítulo conocemos las historias principales. Peter Petrelli, un joven enfermero, le cuenta a su hermano, un candidato político, que puede volar. Hiro, un oficinista japonés, cree tener el control sobre el tiempo. Claire, una cheerleader, le comenta a un compañero de clases su gran secreto: ser indestructible. Nikki, una madre que se desnuda vía Internet, trata de sobrellevar la vida con su hijo Micah. Isaac, un joven pintor, descubrirá que puede predecir el futuro.
Son algunos de nuestros Heroes, que comienzan a interactuar entre ellos. Con el transcurso de la serie, se van conociendo otros personajes, como el policía Matt, que tiene la habilidad de escuchar las conversaciones y D.L., esposo de Nikki, quien puede atravesar las paredes.
El malvado, presente como en toda historia, es Sylar. Él es un relojero que tiene el poder de saber cómo funcionan las cosas. Robando poderes es como va adquiriendo más fuerza. ¿Cómo los roba? Mediante la telequinesis y su dedo índice, abriendo las cabezas de sus víctimas y apoderándose de sus cerebros.
¿Qué es lo que Heroes tiene de especial? Sin lugar a dudas es su trama, en constante desarrollo, progresa en cada capítulo de manera ágil. Las nuevas situaciones acomplejan la historia, cautivando al espectador, haciéndola más interesante y atrayente. Por eso, Heroes, ha sabido posicionarse en una serie de culto para muchos, y es seguida por un promedio de catorce millones de personas, sólo en Estados Unidos.
Un vaivén de hechos, hacen que los personajes, mirados desde un comienzo, cambien sus posiciones notablemente. Ejemplo de esto es Claire Bennet, la porrista que en un comienzo reniega de su cualidad, con el tiempo se acepta, comprendiendo su finalidad. Otro vuelco importante es el de Sylar, quien instando por el afán de poder, duda en sus intentos, pero que finalmente y doblegado por obtener más, retoma su planes con más fuerzas.
Los capítulos que suben al olimpo del clímax son Homecoming, Parasite y Five Years Gone. El primero contiene la escena en que Claire es perseguida por Sylar, quien quiere apoderarse de su habilidad. El segundo nos muestra al hábil Sylar, que engaña a Mohinder, con el fin de encontrar a nuevas personas con poderes. Y el último, una muestra de cómo será el futuro de los Heroes: Hiro se teletransporta cinco años adelante, sorprendiéndose al saber cómo son encarceladas y asesinadas las personas que poseen habilidades extraordinarias.
Lo culmine será evitar la explosión de New York, puesto que la gran pintura hecha por Isaac es una gigantesca explosión que ocurriría en el último capítulo. Toda la primera temporada ocupa ese arco dramático. Así, las historias se mezclan, entrelazan, consiguiendo cautivar al telespectador de manera excepcional.
Lo que viene en la Segunda Temporada.
- Hiro en el último capítulo se teletransporta al pasado, al Japón del siglo XVII. Ahí conocerá a Takezo Kensei.
- Se conocerá el destino de Peter y Nathan, quienes, para salvar Nueva York, volaron lejos de ahí.
- Claire y su padre, Noah Bennet, irán al sur de California, para tener una vida normal. Sin sobresaltos.
- Se prevé que Boogeyman, un nuevo personaje que develó Molly, aparecerá y causará el temor de todos, aún más que Sylar.
Al finalizar la primera temporada, quedaron en el aire muchas dudas. ¿Qué nos traerá la mamá de los Petrelli? ¿Qué habilidades tendrá? ¿Cuál será el efecto de no haberse producido la explosión? ¿Morirán Peter y Nathan Petrelli? ¿Sylar vivirá, se vengará? ¿Vivirán Matt y D.L.? ¿Quién será Boogeyman? ¿Qué pasará con el amigo de Hiro, Ando? ¿Qué sucederá con Nikki, habrá acabado con su alterego? ¿Qué sucederá con Claire y su familia? Dudas que comenzarán a ser dilucidadas cuando Heroes comience.
Al menos, la sensación que me dio al ver el primer capítulo de la segunda temporada es que no es necesario haber visto la primera temporada. Trae nuevas historias, y sigue con la intriga que nos ha gustado tanto a los seguidores de Heroes. Un capítulo definitivamente notable.