Por el Alzheimer de su padre, Jorge Alís ha estado viajando de manera continua a Buenos Aires para visitarlo en el geriátrico en el que se encuentra. Pero, además, la enfermedad le ha permitido reparar una relación que el artista consideraba como distante.
Esta situación, que el humorista relató en el programa radial “Qué Weno VerZe”, conducido por su colega, Pato Pimienta, el argentino dijo que no lo toca tanto por el dramatismo del tipo de demencia que tiene su progenitor, que sin duda le afecta, sino porque ve la situación como un evento que hay que aceptar.
“Lo estoy tomando desde la perspectiva de que la vida es así y sin la cosa de ‘ay, qué tremendo’. Mi papá tenía ese tipo de humor”, contó el dos veces triunfador en Viña del Mar, reconociendo que hoy su progenitor tiene la realidad muy alterada.
Una que, sin embargo, le ha permitido conocerlo desde otra faceta, desconocida e incluso impactante para él. “He encontrado una relación con mi papá con Alzheimer, conversa mucho conmigo, he conocido a otra persona”, relató Alís, explicando que antes nunca se relacionaban. “Lo único que me decía mi viejo era ‘hola, qué tal’”, acotó.
Tanto es el cambio, que aquellos epítetos negativos con los que el padre se refería al standapero, hoy se han transformado en alabanzas, reconociendo tal vez lo que no se atrevió a decir.
“A veces soy su hermano y me cuenta que tiene un hijo. Dice: ‘no, es bárbaro, mi hijo es genial’ y qué se yo. Y habla cosas buenas de mí, cuando siempre me había dicho que era un pelotudo”, comenta el humorista sobre el proceso que logró una enfermedad y no los años de sicólogo.
“Años de terapia tratando de sacar estos mandatos paternos, los mandatos de la vida que te van complicando (…) Y de repente, el Alzheimer de mi viejo lo puso en un espacio donde conversamos, me escucha, cuando me reconoce como hijo”, concluyó finalmente el comediante.