Durante la noche de este sábado, se llevó a cabo el estreno de la nueva temporada de «La Divina Comida» en Chilevisión, con la presencia como invitados de la cantante Javiera Mena, el actor Luis Gnecco, el cantautor español Marcos Llunas y finalmente, la periodista Marilyn Pérez.
Fue esta última en particular, quien conmovió a los demás comensales al relatar lo complejo que fue dejar su natal Antofagasta, para llegar a estudiar periodismo a Santiago, principalmente por la negativa de su padre a que abandonara la casa donde creció.
«Mi papá se frustró tanto, porque yo era su regalona, la única mujer, destruyó mi pieza porque le dio tristeza que yo me viniera a Santiago», confesó de partida, detallando que su padre la mandó a vivir con una conservadora señora para que siguiera «la línea estricta».
Pérez incluso llegó a revelar que «estuve con una señora que había sido secretaria de Pinochet, es lo que decían yo nunca lo comprobé. Tenía que llegar antes de las 9, porque la señora Rita si no llegaba ella llamaba a mi papá».
«Igual me quería, porque me retaba y se preocupaba por mí. A veces me regalaba comida, porque prefería sacar la fotocopia que comer», aseguró, agregando en esa línea que «yo no le decía a mi papá que no tenía para comprar, yo no iba a darle problemas y la señora Rita de repente se daba cuenta que yo no tenía comida, entonces me guardaba».
La inspiración de Marilyn Pérez con su abuelo
Junto con hablar de su padre, Marilyn Pérez también se refirió a la estrecha relación que tenía con su abuelo. «Todos los domingos sagradamente yo iba donde mi abuelito Miguel, a él le gustaba el CDA (Club de Deportes Antofagasta) y me obligaba a sentarme con él a escuchar el CDA», recordó.
«Escuché tanto partido que me empezó a gustar el fútbol. Yo podía la radio, mi cuaderno y anotaba jugadas que a mi me parecían importante dentro del partido y después me hacía mis comentarios», complementó su relato.
Emocionada hasta las lágrimas, la reportera se trasladó a cuando tenía 17 años y su abuelo lamentablemente falleció. «Yo le juré que… iba a estudiar por él y me iba a estar puros 7 por él. Nunca reprobé», sentenció.