Quién tenga más de dos hijos, tal vez haya vivido la compleja situación por la que hoy pasa Constanza Mackenna tras el nacimiento de Teo, su segundo retoño, hoy de un mes de vida.
La actriz, entrevistada por Página 7, comentó la feliz experiencia de volver a ser madre y las eventualidades que ha debido sobrellevar al salir de la clínica y llegar a la casa. Las dos primeras semanas no fueron fáciles. “Lloraba todos los días, por las hormonas, pero también de preocupación por la Rebeca. Me daba pena pensar que estuviera sola”.
Justamente ha sido su hija mayor el blanco de sus preocupaciones debido a los celos que ha manifestado desde la llegada de su hermanito.
“Ha sido muy duro. Ella ama su hermano, pero también le pasan cosas, como un poco de celos y a veces se pone un poquito brusca”, relató a dicho medio, explicando además las estrategias que utiliza con su marido -el ingeniero comercial Pedro Costabal- para intentar convencerla de que no siga agrediéndolo.
“Le he dicho que lo vamos a devolver a la clínica para que no le siga pegando y se lo lleve una familia que lo trate bien, y ahí se vuelve loca y me dice ‘no, mamá, no te lo lleves’, pero es complejo”, explicó divertida la actriz.
Aun así, reconoce que no ha sido un proceso fácil para Rebeca porque durante tres años fue hija única. “Ha estado muy sensible y llorona. A pesar de que es brusca con su hermano, lo ama, pero a mí me ha castigado mucho”, reconoció la intérprete.
Una historia que, en todo caso, ahora le toca entender en carne propia a partir de su propia experiencia como hija.
“Soy la del medio de cuatro hermanos y parece que fui la más terrible, así que estoy pagando todo”, se lamentó resignada.