Apenas un par de semanas falta para que «El acompañamiento», un montaje cuyo guión original es el resultado de la creatividad del dramaturgo argentino Carlos Gorostiza, haga su estreno en el Teatro Las Tablas
Sus protagonistas, los actores chilenos Gregory Cohen y Javier Mora se encuentran ensayando intensamente bajo la dirección de Claudio Valenzuela, quien popularizara el mítico personaje «Cochiguaz». El desafío no es menor, la puesta en marcha del montaje ha implicado un gran trabajo para su equipo, que busca transmitir un mensaje tan real, como crudo y conmovedor.
La obra que aterrizará en la cartelera teatral durante el mes próximo, específicamente todos los jueves, viernes y sábados de abril, apuesta a renovar la oferta del circuito nacional artístico, toma como contexto la compleja sensación emocional de los chilenos, quienes dramáticamente se enfrentan a una situación análoga a lo que se vive en varios lugares de Latinoamérica, donde se experimenta una permanente insatisfacción respecto de lo social, lo que redunda en casi una abulia respecto de la vida, una sensación de esclavitud de la que, pareciera, no es posible liberarse.
Con tan dramático punto de partida, la obra genera un ambiente propicio para hablar de los sueños, contexto en el que uno de los protagonistas, «Tuco», (personaje de Cohen), busca abandonarlo todo para dedicarse a su verdadera pasión, el canto.
«Tal vez esta liberación sea el fin último de la existencia. Por alguna razón oscura, para ciertas personas, la vida se va convirtiendo, desde temprano, en un proceso obsesivo de búsqueda. Búsqueda de hallazgos predecibles, pero también insólitos: derrumbe de mitos, aparición de secretos, de talentos impensados, etc. ‘Tuco’ posee esta obsesión que se agudiza especialmente, pues navega entre una libertad simulada y (trabaja de obrero en una fábrica) y una libertad sublime (su convicción de que canta como Gardel). Esta lucha es simbólica, porque todos los seres humanos estamos, de una u otra manera, revolcándonos entre estos dos polos. Y a veces hay más, porque es imposible que sirvamos para una sola cosa: profesional, obrero calificado, deportista de alta competencia, artista, etc. Los recursos y habilidades, los talentos de los niños, jóvenes y mujeres de todo origen social, son infinitos. Pero las jaulas son las jaulas y necesitamos el alpiste para sobrevivir. ‘Tuco’ y ‘Sebastián’ forman parte de una misma entidad. Uno se lanza al abismo y su noble amigo trata de mantenerlo en la jaula, para cuidarlo de sí mismo y, sobre todo, para protegerlo de la burla despiadada de todos los demás», comenta Cohen.
«Es una obra sutilmente subversiva, porque tras un mensaje de conformismo, apela a ese sentido infinito de búsqueda, audacia, fantasía y creatividad que nos define y nos determina como personas. Por eso, ‘El Acompañamiento’ destila un humor gráfico, negro, noble y profundamente humano», agrega el actor y también dramaturgo.
Para Mora, la invitación al público es «justamente, a liberarse. (La idea) es regalarse la oportunidad de ver este montaje sin ninguna pretensión. Sólo otorgarse la posibilidad de vivir, durante una hora, un momento especial e irrepetible. La vida está llena de ‘Tucos’ y ‘Sebastianes’, puntualiza.
Respecto del regreso a la cartelera de este trabajo, Javier cuenta la idea está asociada a responder a «la motivación de recuperar una obra muy querida que, en lo personal, tiene un significado muy especial. En segundo término, este proyecto ha reunido a un equipo muy potente y profesional que se ha involucrado a cabalidad en esto. Creo que debemos otorgarle al público la posibilidad de ver una obra de gran calidad humana. Hoy, más que nunca, toma sentido desempolvar obras como esta, que jamás pasan de moda. Las relaciones de amistad, la vejez y los sueños son tocados por el autor de manera magistral, es una obra que nadie debería dejar de ver, por el mensaje que nos entrega», concluye el profesional acerca del montaje al que el público podrá acceder a contar del mes próximo en la sala de teatro ubicada en Crucero Exeter 0250.