En el primer episodio del espacio de conversación de Canal 13, “De tú a tú”, Martín Cárcamo viajó primero a la playa de Maitencillo y luego a Buenos Aires para entrevistar a Gonzalo Valenzuela. En la ocasión el actor entregó dramáticos detalles de la muerte de su hermano mayor, quien murió ahogado en una piscina, cuando el interprete de Adán Mercader, en «Machos», tenía 18 años.
Tras una adolescencia que estuvo marcada por la separación de sus padres, Valenzuela vivía con su progenitor, pero tras problemas en los negocios de su papá, se tuvo que ir a vivir a la casa de su madre, Mariana Hölzel, donde tuvo mayor libertad y, tal como el explica, se puso «callejero, rebelde, andaba con un grupete en el Apumanque, bueno para pelear. Necesitaba calle, necesitaba salir de la burbuja en la que estuve metido mucho tiempo”.
Fue en esa misma época que Gonzalo descubrió el Teatro, gracias a la influencia de su hermano mayor Fernando Valenzuela, también actor. Lamentablemente, Nano falleció trágicamente ahogado en la piscina de su casa, tras un chapuzón nocturno mientras nadie lo estaba viendo. Lo peor es que fue él, entonces de 18 años, quien lo encontró.
Sobre ese trágico momento señaló que «fue terrible. Estaba durmiendo y escuché un grito, era la Margarita que trabajaba en la casa. Despierto, salgo a la piscina y veo al Nano flotando».
«Me quedé en el marco de la puerta mirando y aparece mi mamá (…) Me tiré al agua, agarré a mi hermano, vuelvo a mirar a mi mamá, y mi mamá tenía 30 años más. Se le cayó la cara, los ojos todo, era otra persona”, recordó.
Las importantes muertes que sucedieron la partida de su hermano
Pero esa no sería la única desgracias que caería sobre su familia, sino que fue el inicio de 5 trágicos años en la vida de Gonzalo, con varias pérdidas. “Con la muerte de mi hermano se fue todo al carajo. Mi mamá se deprimió mucho, no quería enfrentar la vida. Yo llegaba de la escuela y me encontraba con cada imagen, ella siempre estaba muy mal”, dijo el actor.
Su papá volvió a Chile para el funeral, y, pese a que empezó a reconciliarse con su mamá, eventualmente desarrolló un cáncer. Sólo 10 días después de ese diagnóstico, su mamá también enfermó de cáncer. Tras una corta agonía, ambos padres fallecieron con sólo un mes de diferencia, cuando Gonzalo tenía 23 años.