Impacto en redes sociales, no así en rating, causó el comentado capítulo de «Informe Especial» dedicado al youtuber chileno Germán Garmendia. Existieron opiniones divididas: mientras algunos consideraron inaceptable que un programa ligado al periodismo duro se centrara en un personaje supuestamente “sin importancia” como el dueño del canal “Hola Soy Germán”, otro grupo valoró que se le diera cobertura. Curiosamente, los segundos eran mayoritariamente menores de 25 años, mientras que los primeros eran mayores de esa edad.
Para Chile, Germán Garmendia es a Youtube lo que Alexis Sánchez es al fútbol. Es un joven como cualquiera que un buen día se puso a subir videos en internet, se empezó a llenar de seguidores y decidió dedicarse a ello con rigor. Ese hobbie se convirtió en una profesión de tiempo completo que no solo le permitió ganarse la vida, sino que además lo catapultó al estatus de celebridad mundial dentro del mundo de los youtubers, al punto de ganar premios internacionales.
Sus videos son rutinas tipo “stand-up comedy”, de muy bajo presupuesto, donde Garmendia cuenta historias divertidas y desopilantes… para sus fieles seguidores. En el reportaje de la guapa Patricia Venegas se vieron las reacciones de rechazo que los videos de “Hola Soy Germán” provocaban en gente mayor de 30 años. De alguna manera, Garmendia logró empatizar con los denominados “nativos digitales”, personas que nacieron y se criaron con un celular conectado a internet en la mano.
Garmendia no es una figurilla desechable de la farándula chilena. No es Adriana Barrientos o Luli. Germán es uno de los personajes chilenos más conocidos en el mundo, y es un líder en su rubro, y por ese sólo hecho se merecía ser reporteado de la manera en que lo hizo “Informe Especial”. Además, es un ejemplo de éxito digno de considerar. Por otra parte, el reportaje permite empezar a dimensionar la importancia que está adquiriendo Youtube, al punto que, como insinuó Patricia Venegas, puede empezar a hacer tambalear la industria televisiva tal como la conocemos, si es que ya no la está haciendo.
Además, el reportaje insinúa claramente que el éxito de Garmendia revela algo no menor: un brutal quiebre generacional entre los chilenos mayores de 30 y lo que se conoce como “Nativos Digitales”, “Chicos Trofeo”, “Generación Y”, o “Millenials”. Se insinúan muchas cosas sobre ellos que se han manifestado a través de diversas fuentes. Nicolás Copano, otro referente chileno de las redes sociales, hizo un excelente resumen de las características de los “Millenials” en una interesante charla que dictó en un Seminario de Recursos Humanos a comienzos de año.
- Crecieron expuestos a las redes sociales. Son nativos digitales. Son personas digitales.
- En Chile nacieron a finales de los 80 y principios de los 90. Es decir, no tenían uso de razón durante la Dictadura de Pinochet, por lo tanto no vivieron directamente lo que ello significaba.
- Van a trabajar y a estudiar como si fueran a jugar videojuegos. Piensan que si hacen algo tienen que recibir un premio.
- No se comprometen con nada. Al no estar casados ni con hijos, no asumen responsabilidades ni compromisos ni se proyectan mayormente a futuro. Son cortoplacistas. Piensan todo el tiempo en irse de vacaciones y en jugar videojuegos.
- Tienen naturaleza multitask, pues están acostumbrados a hacer varias cosas a la vez.
- Quieren aprender del otro, y por eso desean colaborar.
- Tienen un serio problema de lenguaje y pensamiento. Han sido formados como unos zombies de pantalla, que saltan de una a otra sin entender lo que leen. En palabras de Copano en esa conferencia, “tienen todas las respuestas a la mano, pero no han desarrollado la capacidad de hacerse preguntas”.
En esa conferencia, Copano habló del desafío que significaba trabajar con “Millenials”. En mi caso, como docente universitario, tengo el desafío de enseñarle a “Millenials”, y ahí resulta evidente que el paradigma de educación enciclopédica y lineal que conocimos y con el que nos formamos resulta inadecuado para gente acostumbrada a buscar información de manera hipertextual. Los códigos de esta nueva generación son distintos, aún no sabemos cómo enganchar con ellos, y hasta el momento parece existir más interés de ajustarlos con fórceps a los esquemas tradicionales del sistema de educación que en adaptar los esquemas en función de sus capacidades.
Con o sin intención, el reportaje de Informe Especial sirvió como pretexto para mostrarnos esta relevante realidad. Tras el éxito fulgurante de Germán Garmendia hay una nueva generación que busca ser escuchada y comprendida, que funciona de otra manera y de la cual tenemos que hacernos cargo. Por ello, el trabajo encabezado por la guapa Patricia Venegas tiene, bajo mi concepto, tanta relevancia como un reportaje sobre la delincuencia, la corrupción, los derechos humanos o la crisis educacional. Ojalá Informe Especial, Contacto y otros programas le hinquen más el diente a este tipo de temas.