Esta noche, HBO emitió el penúltimo episodio de la séptima temporada de «Game Of Thrones», que fue catalogado por los seguidores como uno de los mejores de toda la serie. En poco más de una hora, la historia dio un inesperado giro que podría cambiar la situación ante los Caminantes Blancos.
En lo que terminó siendo una misión suicida, el grupo liderado por Jon Snow (Kit Harington) se enfrentó cara a cara contra los muertos en una batalla que parecía perdida solo hasta Daenerys (Emilia Clarke) logró llegar a tiempo junto a sus tres dragones para salvarlos a todos.
Lo que nadie vio venir fue que el Rey de la Noche no se quedaría de brazos cruzados mientras estas criaturas arrasaban con su ejército, por lo que tomó una lanza y logró matar a uno de ellos mientras Daenerys no podía creer lo que sus ojos veían.
El hecho terminó haciendo que la Targaryen asumiera que la guerra no era, de momento, contra Cersei Lannister (Lena Headey) por lo que le dio su palabra a Snow de que juntos vencerían a los Caminantes.
Cuando pensábamos que lo peor ya había pasado, el dragón asesinado fue sacado desde el lago donde cayó tras ser abatido con unas enormes cadenas y el mismísimo Rey de la Noche logró despertarlo, terminando el episodio con su brillante ojo azul, lo que da a entender que ya contaba con un nuevo aliado en la gran guerra que está por venir.